Los textos que revelan al Cobain detrás del escenario

Cobain recibió su primera guitarra a la edad de 14 años. Fotografía del libro ‘Kurt Cobain. La historia de Nirvana’. Foto: EFE

Cobain recibió su primera guitarra a la edad de 14 años. Fotografía del libro ‘Kurt Cobain. La historia de Nirvana’. Foto: EFE

Con cada aniversario de la muerte de Kurt Cobain aparecen nuevos datos, material y textos sobre el desaparecido músico. Son 20 años de análisis o de entrevistas y fotografías inéditas en donde aparece el nacido en Aberdeen como protagonista. Sin embargo, se destacan solo un puñado, escritas o capturadas por personas que estuvieron de cerca junto al artista y a la banda.

Uno de ellos es el fotógrafo Charles Peterson, quizás el artista visual más cercano a la escena del grunge desde finales de los 80. Jessica Letkermann de Billboard lo entrevistó recientemente y en esta edición del 3 de abril de este año, Peterson revela algunos detalles de la personalidad introverdida de Cobain.

"El era tímido. Yo también. Esa no es una buena mezcla para ser una estrella de rock o un fotógrafo pero así fueron las cosas. En el escenario todo brillaba, de lo contrario solo éramos unos chicos introvertidos y 'ñoños'. Yo pensaba que él era el tipo más dulce; realmente amable".

Otra entrevista brillante tuvo lugar el 27 de enero de 1994 para la revista Rolling Stone. En ella, David Fricke narra una conversación que tuvo con el astro minutos después de una terrible -según el propio Cobain- presentación del grupo durante la gira estadounidende del álbum 'In Utero'.

En ella, Cobain asegura haber llegado a una tregua con la fama y con su salud (presentaba menos molestias de su dolor de estómago crónico y ya no estaba consumiendo heroína). Sin embargo, algunas partes de la entrevista revelan de manera casi crítptica la fragilidad del músico.

"Durante cinco años- el tiempo que tuve el problema del estómago-, sí, quise matarme cada día. Estuve muy cerca algunas veces. Siento ser tan directo. Llegó al punto de que estuve de gira, tirado en el piso vomitando aire porque no podía retener agua. Luego debía tocar en 20 minutos. Cantaba y tosía sangre. Esta no es una forma de vivir una vida. Amo tocar pero a veces algo no estaba bien. Por eso decidí automedicarme".

Está bien establecido que por automedicación, Cobain se refería a consumir heroína. Lo cierto es que no todas las publicaciones recogen esta faceta vulnerable, sino también otras más luminosas. Como aquella del joven fanático de la música con gran sentido del humor que se ve en el artículo titulado 'Bleached Wailes' (Gemidos Decolorados), publicado por la revista Melody Maker en octubre de 1989.

En el tiempo en que se prestaban a lanzar su primer disco, la química entre la banda se revela en una discusión que menciona a actos como los de Melvins, Pixies y Robert Fripp y que termina en una serie de sarcásticas líneas sobre qué sería si no estuvieran tocando música.

"En las calles. Sería un cabrón deprimido. Estaría en una liga de bolos. Me conformaría con jugar el juego y casarme con una heredera rica y tener sexo con ella". Todas estas declaraciones vienen seguidas por respuestas no menos ingeniosas del bajista de Nirvana, Chris Novoselic y, por supuesto, de risas.

A estas lecturas recomendadas para entender un Cobain más tridimensional es necesario añadir los diarios del mismo compositor. Bajo el título de 'Journals' se compila una obra en donde Kurt revela en detalle sus pensamientos internos y su existencia diaria.

El mismo fue compilado en más de 20 cuadernos personales que el artista dejó. Aquí se encuentran dibujos, listas, notas sobre la fama y el pasado del rock. Uno de estos ejemplos fue el listado que circuló en Internet hace algunos años con los 50 mejores discos de rock, según Nirvana. Ese es el tipo de material que se encontrará en esta obra con el puño y letra del artista.

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