La noche del 8 de diciembre de 1980 en Nueva York, Estados Unidos, ya se vivía de a poco el inicio de la Navidad. John Lennon entraba a su departamento. Desde ahí tenía una privilegiada vista hacia su querido Central Park.
En su camino desde el auto hacia la entrada del edificio, Mark Chapman, su homicida, lo llamó “señor Lennon”, y le disparó cinco veces. El músico fue llevado a un hospital donde falleció.
Ese año, el presidente de EE.UU. era Jimmy Carter y en Latinoamérica ocurrían hechos como la aparición de Sendero Luminoso en Perú.
EL COMERCIO publicó el 9 de diciembre en media página la noticia de la desaparición de Lennon. La noticia rezaba así: “John Lennon, fundador y nervio motor del legendario conjunto de música moderna Los Beatles fue asesinado anoche…”. Algunos fans recuerdan ese día.
‘Aún tengo nostalgia’
Germán Piedra
Recuerdo que la noticia de la muerte de John Lennon la recibí en la radio a través del teletipo.
Fue impactante saber que Lennon había muerto asesinado. Con mi hermano Jorge Piedra, confirmábamos la información internacional en la Agencia France Press.
Inmediatamente empezamos a emitir lo sucedido en radio Tomebamba, en Cuenca.
La gente no creía lo sucedido. Recibíamos muchas llamadas telefónicas que expresaban su conmoción.
Ese día la programación de la radio fue especial porque durante todo el día poníamos música de Los Beatles.
A John Lennon le recuerdo por su sueño, el cual era buscar la paz mundial y eso expresaban en sus letras. Junto a su esposa Yoko Ono luchaban por un mundo justo.
Lennon es un grande hasta ahora y siento nostalgia de su muerte (ya ocurrida hace 30 años). Es como cuando un familiar fallece. Los Beatles siempre serán los dioses de la música, pese a que ha transcurrido varios años de lo que enloquecieron al mundo con su música y no pasan de moda. Es un grupo base que inspira a diferentes bandas de todo, por ello se convirtieron en un ícono y para mí son lo máximo. Redacción Cuenca
‘Los Beatles: mis tíos mayores’
Jorge Luis Narváez
El día de la muerte de John Lennon, precisamente, aprendía a leer el tarot. La baraja de la muerte era la que más me llamó la atención. Me quedé pensando en eso y la relacioné en la tarde con la noticia de su asesinato.
Yo estaba con unos amigos en la esquina de mi casa (Mejía y Maldonado, esquina, en Ibarra). Mí mamá, Nancy Torres, salió y nos dio la noticia. La escuchó en la radio y como sabía que nos gustaba el rock…
Mi reacción fue de inquietud y una angustia mínima. Mal o bien Los Beatles eran como nuestros tíos mayores; crecimos con ellos. Ibarra era ultratranquila. Solo había amplitud modulada en las radioemisoras. Al día siguiente hicimos un especial en homenaje a John Lennon en la radio Continente. Yo dirigía ahí el programa La Búsqueda.
Recuerdo que no había la inmediatez que tiene hoy la tecnología. Por lo tanto no teníamos el disco ‘Double Fantasy’ (‘Doble fantasía’), que Lennon grabó días antes con Yoko Ono.
Personalmente creo que John Lennon era el más, que sé yo, vagabundo. Era un rebelde, un irreverente, un soñador… Era fabulosa su actitud. ¿Quién no hubiera querido tener una Yoko Ono? o protestar desnudo en una cama, en Canadá… Redacción Sierra Norte
‘Los oyentes querían más’
Édisson Rivera
La noticia de su muerte la vi en la televisión. Los canales daban a conocer el deceso de un pacifista importante.
En aquel tiempo trabajaba en el área técnica de la radio Variedades. Aquella noticia me impactó mucho. Tenía que comentarla con mis compañeros.
El locutor de turno se enteró por los cables y confirmó la muerte de Lennon por la TV. Estoy convencido de que John era el beatle más carismático del cuarteto de Liverpool. Me encantaba escucharlo. Era noche y al siguiente día se hizo un especial en su honor.
Sus canciones sonaron y los oyentes empezaron a llamar a la estación. Querían saber más de él y cómo murió asesinado.
Los jóvenes eran los más interesados. En esa época no podíamos acceder con facilidad a la música. Algunos amigos nos ayudaron con discos inéditos. En todo el mundo se vivió una incertidumbre y en Ambato también. Las letras de sus canciones eran únicas y marcaron mi generación.
Pues la década de los setenta fue la más importante musicalmente. Mi maestro, Guillermo Jácome, promocionó a esos artistas. De él aprendí a escuchar y con el tiempo me gustaron sus ritmos porque eran diferentes a todo. Redacción Sierra Centro
‘No me olvido de ese día’
Hugo Idrovo
No me olvido de ese día. Yo estaba con un amigo en Montañita cuando otra persona se acercó y nos llegó con el cuento de que habían matado a Lennon. Yo no le creí, además esta persona era medio mitómana…
En la noche ya llegó gente de Guayaquil, que era de confiar. Ese día había pasado todo el tiempo con eso dando vueltas en mi cabeza. Pero sin duda es la anécdota de esta persona. Tengo la imagen clara en mi mente del chico de rodillas con los brazos abiertos, en forma de cruz, sobre la arena gritando “¡es cierto!”.
Nosotros solo le decíamos que se vaya con ese cuento a otro lado. Hasta que en la noche vimos la noticia. Lennon fue una gran influencia en mi obra musical.
Luego de eso, agarré una casetera y bajé a la playa. Puse la música superbaja y me acosté a escucharla. La situación era diversa, porque por un lado tenía la imagen de este hombre (Lennon), que se quedó como era en ese tiempo, como los árboles frondosos, sin marchitarse.
Él nunca será marchito, ni envejecerá. Justo estaba bajo un árbol de mangle y esa idea se quedó ahí en mi cabeza. Estaba bajo las estrellas, al pie de ese mangle, y pensé que este hombre había detenido el semáforo del mundo. Envidié ese instante. Redacción Guayaquil
‘Yo conocí a Los Beatles’
Estuardo Melo
Aunque no era mi beatle favorito, me apenó cuando me enteré de la muerte de Lennon. Yo conocí a Los Beatles. Fue el 14 de febrero del 1964 cuando fuimos con un grupo de 27 estudiantes de colegios fiscales de Quito a Kentucky, en EE.UU.
Tenía 16 años y para llegar a ese estado, primero llegamos a Miami, a las 21:00. En esa terminal aérea nos recogieron en bus para hacer un viaje de 36 horas hacia Kentucky.
Antes de emprender el largo viaje, las personas que organizaban la visita pensaron pertinente darnos una vuelta por esa ciudad y así fue. Estábamos por Miami Beach y cuando pasábamos frente al Hotel Fontainebleau nos detuvimos porque había congestión. Paramos justo frente a la marquesina del hotel, estuvimos ahí esperando unos pocos minutos cuando pasó frente a nosotros una limusina negra.
De esta bajaron en fila india los cuatro beatles. Todos vestidos con trajes muy elegantes centraron al hotel. En ese entonces nosotros no sabíamos quiénes eran ni cuán famosos eran. Cuando llegamos a nuestro destino, en un colegio de Kentucky, los estudiantes de ahí no nos dejaban salir y se nos amontonaron alrededor porque querían estar con personas que vieron a Los Beatles. Red. Espectáculos