Shakira intenta acercarse al shock pop de Miley Cyrus

El nuevo video de Shakira y Rihanna, ‘Can't remember to forget you’, ha generado polémica en Colombia. Captura de video de YouTube.

El nuevo video de Shakira y Rihanna, ‘Can't remember to forget you’, ha generado polémica en Colombia. Captura de video de YouTube.

La fórmula de la sensualidad, el sexo y lo tabú venden, y si no lo hacen, generan presencia de marca y en el caso de Shakira, volver a los titulares después de un período poco atractivo para los medios. Uno cuyo punto más alto fue haber dado a luz al hijo del futbolista Gerard Piqué.

El tema Can't Remember to Forget You, que sacó la colombiana junto a la cantante Rihanna, es un enlatado sin mayores luces que la producción impecable. Sin embargo, al usar tibiamente un concepto sensual y tabú de dos mujeres compartiendo una cama, Shakira ha resucitado su apagada carrera gracias a ronroneos que nada tienen que ver con lo musical.

El legislador colombiano Marco Fidel Ramírez empezó una campaña para censurar al video en el vecino país del norte por considerarlo "inmoral". El funcionario, ingenuamente, ha sido el catalizador de que se redacten notas, se produzcan segmentos televisivos y que miles de personas vayan a YouTube para hacer clic en un producto audiovisual que de no ser por la alharaca vería reducida su exposición mediática considerablemente.

Esta es una fórmula que se ha empleado en el mundo de la música popular desde que el espectador pudo ver las imágenes que acompañaban a sus voces preferidas. Por eso, si a Elvis Presley se lo mostraba en un plano medio en los televisores de los años 50, era para dejar fuera de cuadro los movimientos pélvicos del cantante que volvía locas a las jovencitas. Poco hizo ese dejo de censura televisiva para frenar al rey del rock and roll y su 'sex appeal'.

Desde entonces, hasta llegar a la Madonna de los 90 y parte del nuevo milenio, el patrón de la sensualidad y erotismo han dado pie a que las voces más conservadoras elevaran gritos en contra de la siempre presente inmoralidad del pop. Sin embargo, ese efecto de 'shock' tan efectivo para la venta de discos que desarrollaron ciertos artistas y ciertas compañías, venía acompañado de música.

Si Satisfaction de Rolling Stones, Boys de Sabrina Salerno o Like a Virgin de Madonna quedaron en el imaginario del público fue más porque las melodías eran pegajosas y relevantes, mas no por los conatos de censura que sufrieron en su tiempo. Sin embargo, la tendencia que parece rendir frutos hoy es aquella de convertir a la sexualidad en la carta protagónica dejando a la música en un tercer plano.

Si Miley Cirus fue la artista más viral del 2013 con portada de Rolling Stone incluida, no fue porque la gente coreaba Wrecking Ball y la pedía en karaokes. Fue porque sale sin ropa en el video y porque antes había bailado en la entrepierna de Robin Thicke mientras ponía un gran dedo de goma en su entrepierna.

Nadie habló o habla de su música y lo mismo pasa a esta hora con Shakira, una artista que ha encontrado en el rubor de un legislador conservador un ticket para la vigencia temporal. De todas formas, esta apuesta necesita de constante alimento. Al menos, así lo hace la maestra Cirus en su cuenta de Instagram donde publica activamente autorretratos con mucha piel y lengüetazos. Esto sin contar la supuesta foto de ella que muestra sus pechos y ya circula por internet.

En realidad, el video de Shakira no llega al estatus de shock pop, ni siquiera de lejos. Pero el inesperado y lucrativo llamado a la censura podría despertar luces en ella y en su equipo de manejo artístico. De ser ese el camino de la colombiana que se dio a conocer alguna vez como una cantautora, solo queda esperar si se cataliza una avalancha de nuevos artistas sensualizados, que dan más pie al comentario conservador que a la creación musical relevante.

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