Los X-Men nacieron en 1963. Eran un grupo de adolescentes caucásicos que no serían víctimas de discriminación racial en el universo Marvel (o quizás en el nuestro). Eso, si no hubieran sido algo distintos en el racista Estados Unidos de aquella época; eran mutantes.
Las historietas son un producto social acorde al tiempo en el que son escritas. Y los años 60, para los afroamericanos y para los X-Men, eran tiempos violentos.
El 12 de junio de 1963, tres meses antes de que la primera clase de mutantes debutara en la Escuela Xavier para Jóvenes Talentos, un par de jóvenes afroamericanos quiso estudiar en una escuela de blancos.
Vivian Malone y James Hood llegaron a la Universidad de Alabama escoltados por la Guardia Nacional. En la puerta los esperaba el gobernador George Wallace, quien había prometido en su campaña bloquear el ingreso a estudiantes de raza negra pese al fallo de la Corte Suprema, que condenaba el segregacionismo. Tras dar un discurso racista, se fue.
En el universo del cómic las historias de los cinco X-Men originales también se presentan como historias de discriminación. Cíclope fue casi linchado cuando destruyó una grúa que amenazaba con caer sobre una multitud, Jean Grey casi muere al vincular su mente con la de una amiga agonizante, Bestia fue objeto de burla por sus compañeros de colegio a pesar de su potencial atlético y académico, Ángel debía ocultar sus alas para no ser señalado por la gente y el Hombre de Hielo congeló a un matón que atacaba a su novia, lo que le valió el repudio de su pueblo.
Los mutantes del Universo Marvel han sido recluidos en una isla, perseguidos por amenazantes robots llamados centinelas y exterminados, como se verá en ‘X-Men: Días del futuro pasado’, cinta que se estrenará en el país en las próximas semanas.
Los fans del cómic postulan que no es casualidad que el docente que tomó a los cinco niños desadaptados para crear un mundo mejor se hiciera llamar Profesor X, en homenaje a Malcolm X.
Además, es evidente que cuando en las viñetas se habla del “sueño de Xavier” se refieren al “I have a dream”, de Martin Luther King Jr., en el que los hombres podrían coexistir en paz sin importar su raza.Justamente esta posición ‘lutheriana’ ha sido contrapuesta a la de Malcolm X, quien proponía la supremacía de la raza negra.
Algo similar a la lucha entre Charles Xavier y Magneto: el primero propone la coexistencia pacífica mientras que el segundo propone al ‘Homo superior’ como el siguiente paso de la evolución humana.
Uno de los guionistas detrás de ‘X Men’, Chris Claremont, recordó la inspiración de los movimientos por los Derechos Civiles. Retomó la experiencia de Stan Lee en los años 70, poco después de los homicidios de Luther King y Malcolm X. Sólo habían pasado unos cuantos años desde los asesinatos. Parecía que eso sería demasiado crudo.
La visión de Magneto y Xavier fue más cercana al Holocausto. Había que encarar el mal; y, ¿cómo se responde a él? En el caso de Magneto fue ‘la violencia engendra violencia’. En Xavier fue el constante intento de encontrar una mejor vía. A medida que los años 60 se vuelven más lejanos, la resonancia de Malcolm X, Martin Luther King y Mandela terminó de encajar”.