‘Pescador’ es una película al vaivén del mar y de la ciudad

En la vía Durán-Tambo.  Sebastián Cordero grabó ayer escenas de ‘Pescador’. El actor Andrés Crespo es el protagonista.

En la vía Durán-Tambo.  Sebastián Cordero grabó ayer escenas de ‘Pescador’. El actor Andrés Crespo es el protagonista.

Escena 88. Toma uno. Con el clic de la claqueta el guión toma vida. Un olor a cigarrillo y cloro rodea el ambiente. Está en las habitaciones, en los pasillos, entre los taburetes de madera amontonados junto a los pilares.

Titubeante, Felipe sale del cuarto 13 de un burdel en la vía Durán-Tambo. Está sudado y la sangre chorrea por su sien. Acelera el paso. Junto a la puerta, un joven de cabello rojizo y tez morena ojea un periódico. “Oye' ¿estoy lejos de Guayaquil?”, pregunta. “Uhhhh! Está lejísimos”, responde con quemeimportismo.

Tras pocos segundos se oye “Corte”. Con este anuncio de Sebastián Cordero, la cámara para. Tras cuatro intentos y la grabación del roce de unas botellas de cerveza, la escena estaba lista.

Ayer, desde las 06:00, el director y su equipo avanzaron con el rodaje del filme ‘Pescador’. Las locaciones fueron Durán, el puente que une Durán con La Puntilla y el cementerio de Guayaquil.

El largometraje se basa en una crónica publicada en la revista Soho, en el 2007. Su creador, Juan Fernando Andrade, también es el coguionista de la película.

Las primeras tomas se hicieron el 13 de junio en las playas de El Matal (Manabí). Ahí, el protagonista, encarnado por el guayaquileño Andrés Crespo, es uno de los pescadores que halla un paquete de droga flotando en la orilla. De ahí se desencadena la trama.

“Es una película de carretera en la que se sigue el viaje de dos personas... En cada toma se puede ver cómo va cambiando su historia y el estilo visual de la película' En este escenario, el personaje central toca fondo”, dice Cordero.

‘Pescador’ durará 1 hora 40 minutos. Aún falta un bloque por montar. Será esta semana en Guaranda y Quito. Luego vendrá la edición de un material que incluye unas 80 locaciones y cientos de tomas encarnadas por Crespo, por la actriz colombiana María Cecilia Sánchez, por el manabita Carlos Valencia, el quiteño Marcelo Aguirre y decenas de extras.

La edición de imagen y sonido tomará unos cuatro meses. La película estará lista en un año.

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