Paul McCartney llegó a Montevideo ayer (18 de abirl de 2014) después del mediodía y se hospedó en el Hotel Sofitel Casino Carrasco donde lo esperaban sus fanáticos.
A las 19:00 probó sonido en el Centenario, donde hoy (19 de abril de 2014) repasará clásicos de distintas épocas. El hermetismo que rodea al artista hizo que sus fervientes admiradores debieran aguardarlo durante horas en la puerta del Sofitel y en el Estadio Centenario.
En el recinto donde actuará esta noche a partir de las 20:30, decenas de fanáticos escucharon desde afuera los clásicos del Beatle que visita el país por segunda vez.
Entre esos títulos estuvieron Honey don’t, Live and let die y Matchbox de The Beatles y otros de su historia más reciente como My Valentine, Queenie Eye y New.
Sus músicos llegaron un día antes y también se hospedan en el Sofitel Montevideo Casino Carrasco. El séquito que lo acompaña en el mismo edificio es de 30 personas y McCartney ocupa, junto a su esposa Nancy Shevell, la habitación Imperial donde las plantas forman parte de la decoración, obedeciendo a uno de sus pedidos.
Los requerimientos del músico para su estadía son muy sencillos y fáciles de cumplir; lo principal es respetar el menú vegetariano. Unos 200 fanáticos de McCartney lo esperaron durante horas frente al Sofitel Casino Carrasco. Sobre las 16 algunos alardeaban que estaban desde las 10 de la mañana frente al hotel esperando a que el exBeatle se asomara y los saludara.
Fanáticos de todas las edades y de diversas nacionalidades (paraguayos, argentinos, entre otros) esperaron pacientemente que McCartney saliera y, mientras tanto, para pasar el tiempo y soportar el viento frío que soplaba en la rambla, varios usaron las guitarras que llevaron y entonaron temas del músico y de The Beatles.
Alejandro, de 17 años, era uno de los que tocaba la guitarra. Contó que es fanático de The Beatles desde que tenía 12 años; “tuve la suerte que mi abuelo tiene una colección de cassettes entre los que estaba I want to hold your hand y nunca más dejé de escuchar ese tema”.
César, de 22 años, es argentino, viajó dos días en bus para ver a McCartney hoy. Se acercó al grupo de Alejandro y comenzó a tocar la guitarra con ellos. Juan de 19 años y Elena de 15 también estaban en el grupo que tocaba la guitarra. Juan asegura que a los 5 años escuchó su primer disco de The Beatles porque su hermano mayor es fanático de esa banda.
En un momento llegó un grupo de siete paraguayos que llamó la atención de los otros fanáticos presentes ya que cada uno tenía una camiseta negra con distintas letras blancas inscritas, que entre todas formaban: “Paul New”, por el nombre del nuevo disco de la leyenda. Se pararon frente al hotel, uno al lado del otro y despertaron un aplauso espontáneo de los demás, que dejaron de mirar por un minuto la puerta del hotel.
Mónica Frusto y Ricardo Mielgo, una pareja de Buenos Aires, de unos 40 años, también estaban en el lugar y aseguraron que siguen a Paul a todos lados. Él tenía una bandera británica alrededor del cuello.
Sobre las 17 horas salieron los músicos de McCartney, pero de él no había noticias. Los fanáticos especulaban si seguiría en el hotel o si habría salido por otro lado. En un momento un policía se acercó al grupo de fanáticos que estaban sobre las vallas, que cercaban la puerta del hotel, y dijo que les convenía irse ya que el exBeatle había salido por una puerta trasera.
Varios le hicieron caso y se fueron, pero otros, incrédulos, prefirieron esperar e hicieron bien porque sobre las 18:30 horas Paul salió desde el estacionamiento del Sofitel en un auto con vidrios oscuros. Algunos debieron conformarse con ver la mano que el músico sacó por la ventanilla para saludar. llegó a Montevideo ayer después del mediodía y se hospedó en el Hotel Sofitel Casino Carrasco donde lo esperaban sus fanáticos.