El pasillo contagia a los jóvenes músicos

Un cantante de pop fusion. El intérprete Sebastián García (der.) añade en sus shows pasillos y otros géneros desde hace cinco años. Un intérprete de pasillos. El músico Carlos Grijalva (izq.)canta y compone canciones del género desde que tenía 15 años.

Un cantante de pop fusion. El intérprete Sebastián García (der.) añade en sus shows pasillos y otros géneros desde hace cinco años. Un intérprete de pasillos. El músico Carlos Grijalva (izq.)canta y compone canciones del género desde que tenía 15 años.

La nostalgia de tiempos pasados y los recuerdos que surgen al interpretar un pasillo es lo que motiva a cuatro jóvenes cantantes ecuatorianos. En sus repertorios musicales siempre añaden temas del género para establecer una conexión especial con su público.

Sin dejar de lado a otros géneros autóctonos, para ellos estos son temas que se identifican más con la gente. Así también lo cree Juan Carlos Vásquez, estudiante de la Universidad Central.

Para este joven de 21 años, al asistir a la presentación de un artista joven ha sentido esa conexión cuando este interpreta pasillos. “Creo que es la forma en que lo cantan, el sentimiento que le ponen a cada canción. Uno siente el mismo sentimiento”.

Sebastián García incursionó en la música hace 10 años. Desde hace cinco, en sus conciertos de pop fusión, interpreta el pasillo tratando de transmitir ese sentimiento. Incluye este y otros ritmos nacionales, pues piensa que estos temas se identifican con el público que lo escucha. García cuenta que ha interpretado esos temas con la Orquesta de Cámara y con otros artistas en sus presentaciones. Su última actuación la realizó junto a María José Tejada, Johan Vans y Carlos Grijalva, jóvenes músicos ecuatorianos.

Grijalva, además del pasillo, interpreta música hispanoamericana, boleros, tangos y otros géneros desde hace 15 años. Sin embargo, para este cantautor, con los ritmos nacionales hay un especial vínculo con la audiencia.

Él estuvo conectado con el pasillo desde su niñez. Recuerda que con sus primos y amigos entonaban letras sujetando una guitarra en las piernas. “Por eso me gustan los pasillos y los interpreto; es música que trae recuerdos”.

Esas memorias también vienen a la mente de Andrea Chamorro de 27 años. Para ella, el pasillo es un género que le hace estremecer el alma. Al oírlo se le vienen esos recuerdos de la niñez, de su padre, de sus abuelos, de esa forma de enamorar que había antes. “Eso me pone nostálgica. Mis abuelos me contaban lo lindo que era dedicar esas canciones compuestas por gente romántica”.

Chamorro dice que el interpretar pasillos ahora no se trata de una moda de los artistas, sino más bien de recuperar las raíces y sentir un ritmo con el que “todos los ecuatorianos se identifican”.

La popularidad del pasillo se experimentó en Ecuador a principios del siglo XIX. Dúos y solistas componían e interpretaban el género que en los cincuenta tuvo su apogeo con Julio Jaramillo.

Esas memorias fueron transmitidas a Gabriela Rodríguez por sus padres. Aunque para ella el ritmo está olvidado todavía por la juventud. En sus conciertos aún le hace falta que los chicos entonen las canciones y se sienta ese amor por el pasillo que a ella le fue inculcado desde pequeña.

Rodríguez y la cantante esmeraldeña Karla Kanora también interpretan el pasillo en sus presentaciones. Han hecho ‘covers’ de canciones como Ángel de luz, Te quiero pero no te olvido, El pañuelo blanco, entre otras.

Kanora cuenta que en las giras que ha realizado por el país siente la alegría que ocasiona eso en su público. Ella cree que con la iniciativa de los artistas por recuperarlo dará más fuerza al género. “Puede ser que los gustos hayan cambiado y ahora sea necesario mezclarlos con otros ritmos”.

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