Los artistas Wilson Pico, Cristian Hidrobo y Lucho Cáceres cuentan los legados que les dejaron sus padres. Los tres reconocidos talentos revelan cómo cultivaron su amor por la danza, la música y la actuación, respectivamente.
‘Constancia, eso recuerdo de él’
Wilson Pico Bailarín y coreógrafo de danza contemporánea
Conservo varios recuerdos de mi padre. Pero admito que fueron tres los que marcaron mi vida. Esos precisamente ayudaron a mi desarrollo como bailarín profesional.
Por supuesto que esa no era la intención de mi padre, Salvador Pico, quien pensaba verme vestido como un zapatero.
Mi familia es enorme, éramos 12 hermanos: ocho hombres y cuatro mujeres; mi hermano Julio lamentablemente ya falleció.
En la noche, después del trabajo, mi padre nos reunía alrededor de un fogón. Allí, nos relataba leyendas, historias y cuentos.
Con el paso del tiempo eso me ayudó en mi desempeño como coreógrafo de danza al momento de concebir las historias. También me sirvió de mucho aprender a labrar y cuidar la tierra.
Eso me dio un sentido de responsabilidad, pues era esa tierra la que nos proveía de comida. Yo vengo de una familia humilde. Allí la necesidad era el pan de cada día, por eso cuidar de esa tierra era como cuidar de una vida.
Me encantaba cómo mi padre me enseñaba a moldear la tierra del Itchimbía. Eso mismo aprendí a hacer con mi cuerpo cuando me involucre en la danza.
Y a bailar también me lo enseñó él. Aún recuerdo cuando me llevaba a su trabajo, en una fábrica de vinos, y me hacía pisar las uvas con los pies descalzos.
‘Su legado fue su música’
Cristian Hidrobo Músico profesional
Todo lo que soy lo aprendí de mi padre Homero Hidrobo. No recuerdo mucho de él, pues murió hace 33 años, cuando yo tenía 3. Sin embargo, me dejó su música y sus composiciones, lo que me ha ayudado a cultivar el amor por los temas clásicos y la música folclórica.
Mi padre era un amante de esa música. Le encantaba tocar la guitarra y otros instrumentos.
Toda mi niñez y adolescencia escuché la música de la que se deleitaba mi padre. Lo hice motivado por mi madre. También por conocer algo más de él.
Ahora, gracias a ese legado, soy el músico que ven en las tarimas. Esas composiciones calaron tanto en mi alma que ahora también compongo temas clásicos, aunque esa música no sea tan valorada por nuestro público. También me gusta el jazz y, como mi padre, soy un admirador de Beethoven y Bach.
Pese al desdén del público ante ese tipo de música, jamás me he visto tentado en abandonar ese género. Mi padre fue fiel a ello y yo intento ser lo más honesto posible, en mi carrera y en mi vida como ser humano.
Por sobre todas las cosas trato de ser sincero con las personas que me rodean. Ese también es un legado de mi padre.
Homero Hidrobo también me dejó buenos amigos, que aún se acuerdan de él y me ayudan a saber cómo era. Por suerte, ninguno me ha hablado mal de mi padre, hasta ahora (sonríe).
‘El amor al arte nació de papá’
Lucho Cáceres Actor profesional
Todo lo que soy lo aprendí de mi padre Petronio. Desde los mínimos valores que debe tener un ser humano hasta el amor por el arte, por estar sobre un escenario y crear obras.
Papá me enseñó a ser humilde, generoso, sincero y honesto. Eso sin duda ha influenciado en mi vida y en mi formación como actor profesional. La afición por representar obras nació desde que era un niño. Mis padres hacían títeres y teatro. Además, fueron los primeros en inaugurar el Teatro Prometeo con la pieza ‘Derrumbe en el viejo mercado’.
Vivir en ese mundo de magia, colores y fantasía me sedujo. Por eso en mi juventud estudie pantomima y actuación. Papá también fue importante en esa etapa de mi vida. Él fue el primero en apoyar todas mis decisiones.
Gracias a él también cultive el amor por la lectura, por siempre buscar más información y a no quedarme conforme.
Mi padre aún estudia y eso me motiva para seguir preparándome. En ese afán por superarme recuerdo que compartí la banca de clases con papá. También recuerdo que él fue mi profesor en la universidad.
Lo más gratificante ha sido compartir el escenario con papá. Ambos hemos actuado en diferentes obras. El papel de director nos hemos turnado.
Todo lo compartido hasta ahora ha hecho que los lazos familiares se tornen más fuertes, todo gracias a su apoyo y sus consejos.