La música católica tiene su espacio

Cantante costarricense (izq.). Martín Valverde es una de las voces más famosas de la música católica. Desde Perú. Luis Enrique Ascoy se presentará el viernes, a las 18:00, en el Colegio Paulo VI, en Quito.

Cantante costarricense (izq.). Martín Valverde es una de las voces más famosas de la música católica. Desde Perú. Luis Enrique Ascoy se presentará el viernes, a las 18:00, en el Colegio Paulo VI, en Quito.

En la librería San Pablo de Quito se exhiben discos de música católica frente un estante con hostias, vino de consagrar y sahumerio. Allí están trabajos de aficionados y de profesionales que con música quieren alabar a Dios.

José Vásquez atiende en el local ubicado en la América y Cuero y Caicedo. Dice que los clientes más asiduos son sacerdotes, religiosas, profesores y catequistas. Pero también hay visitantes de grupos carismáticos y otros que buscan esta música.Muchos discos, explica, llegan por consignación (la tienda se hace responsable solo por lo que se vende). Los hay de voces como la del costarricense Martín Valverde, de los ecuatorianos de Trigo Nuevo o del peruano Luis Enrique Ascoy, que el viernes cantará en la capital.

Los CD de música contemplativa (para meditar) se usan en retiros espirituales o encuentros juveniles y de oración. Además hay otros de reflexión, como los del padre Ignacio Larrañaga, que tienen acogida.

Entre los más populares están los del grupo Trigo Nuevo, dirigido por los padres Fausto Suárez y Juan Morales. Este se fundó en 1998 y ha grabado 15 CD. Suárez canta los temas que compone Morales y asegura que con ellos han recorrido el país. El objetivo de su música es tocar “temas importantes para mantener la esperanza. Nosotros proponemos la idea de que las cosas buenas que vienen de Dios son para siempre”, dice Suárez.

Ambos son los únicos sacerdotes del grupo, que para una presentación contrata al menos 11 músicos seglares. Las canciones de Trigo Nuevo se graban cuando nacen, pero se agrupan en discos de acuerdo con su temática y a los hechos históricos. El padre Suárez cita el ejemplo de un trabajo que publicaron en el 2000. “Allí insistimos en que la propuesta de Jesucristo continúa, porque se decía que el cristianismo llegó a su fin”.

Al igual que otros artistas de esta corriente, Trigo Nuevo hace además obras por encargo, como discos hechos para obras misionales pontificias. El grupo hizo el disco del Congreso Americano Misionero que se realizó en Quito en el 2008.

El sacerdote considera que este tipo de música va más allá de un concierto. Su afán es el de animar a la gente unida por la fe en encuentros, serenatas, festivales... Su trabajo los ha llevado también a escenarios de Colombia, Chile, Argentina y EE.UU.

En Quito, la música de este grupo y de otros artistas, como Alfa y Omega, Cantos de alabanza, América misionera, El Coro Franciscano, Jorge Fajardo, Miguel Enrique Niza, Zezino o Isadora se transmiten por estaciones como Radio María, Radio Católica o Francisco Stereo.

El productor de esta última, Marcelo Álvarez, dice que estos artistas están en una vertiente más comercial que la que se canta en las iglesias. “Hay sellos que distribuyen su música en América Latina y EE.UU. Se trata de la fe hecha canción. La mayoría se promociona a través de Radio Católica Mundial, desde EE.UU. hacia todo el continente”.

Francisco Stereo tiene un espacio de lunes a viernes, de 04:30 a 06:00, dirigido por el hermano Juan Luna Rengel. “Quienes ahí trabajan son jóvenes y le ponen la energía del caso”, dice. Los domingos, esta música suena en ‘Evangelio y vida’, de 06:00 a 08:00.

Pero también están en rotación permanente en los 670 de AM, de Radio Jesús del Gran Poder, donde hay espacios para jóvenes. Álvarez cree que lo interesante es que “las canciones son de diferentes géneros y no se ciñen a la música suave. Lo que importa es el mensaje profundo y de esperanza”. Por eso, además del pop y la balada, hay gente como Kenny, quien con merengue y bachata canta temas como He esperado por ti, Cuando te alabo o Sigo creyendo en Dios.

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