Marcelo Vernengo: 'Las películas se caen en el segundo acto'

Patricio terán / el comercio

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Marcelo Vernengo es uno de los dos expertos enviados por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales de Argentina para participar en un taller sobre guión y producción, organizado por el CNCine. Con una trayectoria que incluye la realización de 12 proyectos de cine y teatro y la asesoría en al menos 20 obras audiovisuales, el director habla sobre la construcción y el desarrollo de las historias que nutren a diario las carteleras de cine y que al final de la proyección son amadas u odiadas por los espectadores.

¿Cómo contar una historia que pueda tocar las emociones y sensibilidades del espectador?
El drama significa hombres en acción. Por eso, lo importante en el cine es que todo sea visual, que todo se ponga en acción porque si no, no se ve. En la novela se pueden describir los sentimientos del personaje, en el cine eso se tiene que ver. De ahí que es común que un guionista novel lo haga como­ si escribiera literatura.

¿Cuáles son otros errores comunes en los guiones, en especial dentro de la producción latino­americana?
En la estructura dramática del guión siempre tiene que haber dos fuerzas que se contraponen y un objeto en conflicto, algo que hace que esas dos fuerzas se pongan en movimiento y se enfrenten. Uno de los principales errores en las películas, en todos lados, es que hay una primera fuerza muy potente y una segunda débil. Entonces las películas por lo general se caen en eso, que yo llamo el maldito segundo acto.

¿Cuáles son los tiempos y las etapas en las que se desarrolla un guión?
Hay mil maneras de empezar una historia. Pero la distancia entre tener una idea y ponerla en el papel es más grande de la que uno cree. Un guión hasta que no está escrito no es un guión. Y aunque el guión se retoca hasta en el rodaje, un guión debe escribirse hasta cuando el productor haya conseguido el financiamiento. Al final hay que tener un guión de hierro para volverlo de goma en el rodaje. Cuánto más sólido es el guión más se puede improvisar en el rodaje. Un guión débil se traduce en un rodaje complicado.

¿Cómo se relaciona la construcción del guión con los géneros cinematográficos?
Por ejemplo, la comedia es muy difícil de escribir, porque es un sistema de relojería. Hay un tempo definido. Lo difícil de la comedia es generar una situación que haga reír al espectador mientras el actor sufre por esa situación. Una cosa es que la situación sea cómica y otra que los personajes se hagan los graciosos. El thriller también tiene sus leyes y es un género en el que tiene que haber claroscuros. Pero, en general, para escribir buenos guiones hay que entrenarse y formarse.

Pero hay películas cuyo género no es muy claro. ¿Eso es un error en la estructura del guión?
Es un error del guión y del director. A veces parece que los personajes no quieren nada, que solo van por la vida recitando un texto de memoria. Ahí, el problema es que las intenciones no están bien plasmadas en el guión, donde cada acción se convierte en una condensación de la vida. Y en esa acción el personaje debe tener una intención y una motivación potentes. Ahí se empieza a generar tensión entre las fuerzas en movimiento. Otra cosa importante es que no hay puntos de giro, que es lo que hace avanzar la historia en términos de acción.

¿Cuál es la relación entre el ritmo del guión y la puesta en escena desde la dirección?
El director y el guionista siempre deben trabajar juntos para que no se anulen mutuamente. Si el guionista también es el director es recomendable que se trabaje con un coguionista o un codirector. Eso es importante porque el director debe saber hasta dónde dejar que el espectador complete con su imaginación la trama, que a su vez se potencia con otras historias paralelas.

Ahora trabaja con algunos proyectos locales. ¿Cuáles son sus ventajas y sus debilidades?
El problema principal es el desequilibrio de las fuerzas en el guión y las fallas en la estructura del mismo. La fortaleza es la diversidad de los contenidos.

  • Su formación

Director, guionista y docente. Durante más de 10 años realizó 12 proyectos audiovisuales de cine y teatro en España, Italia y Francia.

  • La frase

El espectador es el cuarto creador de la película. Si el público no ve la cinta, esta se convierte en un ejercicio narcisístico carísimo".

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