La carrera musical de Madonna ha sufrido altibajos desde sus inicios. Pese a que ahora la cantante estadounidense goza de tener el título de ‘Reina del pop’, empezó de cero a finales de los setenta.
La poca cantidad de dinero que llevó consigo a Nueva York, al salir de su natal Bay City en Michigan, la obligó a trabajar en todo tipo de menesteres para subsistir. Actividades que luego de hacerse famosa salieron a la luz pública.
Una de ellas fue precisamente la sesión fotográfica que realizó cuando tenía apenas 21 años. Para ganar USD 30 aceptó posar desnuda para el fotógrafo Martin Schreiber. En aquel entonces, el artista visual era profesor de la Universidad de Nueva York y necesitaba una modelo para sus alumnos en las clases de dibujo.
Más tarde, en 1985, las fotos fueron publicadas cuando Madonna ya había cobrado fama a escala mundial.
Las fotografías le costaron algunos chantajes hasta que la revista Playboy decidió exponerlas. Pese a que solicitaron una autorización, Madonna nunca respondió e incluso habló muy poco del tema en sus entrevistas.
Los escándalos propiciados por la cantante, quien en su adolescencia y juventud se autodefinió como una “revolucionaria rebelde”, fueron de ahí en adelante más numerosos. Ha sido duramente criticada por su forma de realizar sus shows, por la letra de sus canciones y por las sátiras contra la religión y la política.
Aunque el ex profesor la describe como una joven tímida e introvertida, Madonna ha demostrado muy poco esa timidez en los escenarios. Según contó el artista, el día de la exposición, en el Brighton Festival, ella no tenía a dónde ir y él le ofreció su departamento, que compartieron durante varias semanas.
La ‘Chica material’ ha sido una mujer controversial a lo largo de su carrera. Con ‘Erótica’, un álbum temático en el que Madonna trataba básicamente el tema del sexo y el amor desde múltiples ópticas, la diva del pop pretendía ir más allá en la época de los noventa.
Como ella misma lo afirmó, el fin fue violentar las normas impuestas por la hipocresía en la sociedad norteamericana, “que acepta mal todo lo relativo al sexo pero lo consume (privadamente) de forma masiva”.