En la Copa del Mundo de Inglaterra 1966 se transmitió por primera vez, vía satélite, un mundial de fútbol. En México 70 las imágenes ya se emitieron a color y el último torneo de Sudáfrica ya se probó la alta definición (HD) en las pantallas, el sonido envolvente y el 3D (que solo se vio en pocos países de Europa). Sin descartar que se lo pudo seguir por teléfonos inteligentes, redes sociales e Internet.Solo para que la transmisión sea en HD, Sudáfrica tuvo que adelantar el cambio de televisión análoga a televisión digital. Además, se instaló fibra óptica en los estadios y se mejoró el ancho de banda para la transmisión de datos.En cuanto a la narrativa audiovisual, este Mundial muestra una mayor riqueza. Así por ejemplo, la ubicación de las cámaras permitía mostrar perspectivas del juego, que antes solo se visualizaban en juegos de video. Un ejemplo es la cámara ubicada en una suerte de tarabita sobre la cancha. Esta permitía hacer el seguimiento de jugadas con una visión de 360 grados.A estas tomas se añadía digitalmente luces y gráficos que ayudaban a leer las jugadas y hasta los errores arbitrales. En pocos segundos ya estaba al aire, por ejemplo, una posición adelantada.Otro cambio significó la resolución de la imagen, con lo cual se podía ver hasta como el césped saltaba tras una patada al balón. De igual manera, se mostraba en cuestión de segundos las reacciones de los ganadores y perdedores, cual si el partido hubiese sido una película de buenos y malos.