La obra musical es un viaje en el tiempo y más allá de él, un recorrido de sensaciones que se descubren entre los espectadores, quienes -a través de las canciones- recuerdan desde su primer amor, hasta aquel que nunca fue correspondido.
‘Enredos’ fue presentada en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura -en tres funciones de viernes a domingo-.
La historia de amor se vuelve refrescante porque está llena de costumbrismo que conecta con el público. Las canciones que acompañan a la trama pertenecen a cantautores reconocidos en la cultura pop ecuatoriana. Los temas de Ricardo Williams, Cruks en Karnak, Las Lolas y Pamela Cortés, entre otros, se concatenan en la trama de forma natural.
El recorrido de Paúl SEnD interpretado por Pancho Aguiñaga SEnD por varias ciudades del Ecuador -Guayaquil, Quito, Cuenca y Manta para visitar a sus exnovias, parte de un guión que apunta a la risa. El director musical y guionista de la obra, Christian Valencia, logra eficazmente transmitir las bromas sin caer en lo vulgar ni forzado de la sátira sobre las costumbres de cada región SEnD como suele verse en TV SEnD .
La puesta en escena (del director escénico Jorge Hugo Marín) es precisa, y está compuesta por cinco bloques que se despliegan como grandes ventanas por las que es fácil adentrarse en la vida de los personajes. Se aprovechan los recursos de producción audiovisual e iluminación, para que baste solo una silla -que el propio actor posiciona para subir al público a un bus y transitar por las carreteras del país. Desde los peinados, pasando por el léxico y el vestuario, hasta llegar a los comerciales que dan inicio a la obra, el ambiente transporta inmediatamente a las décadas de los 80 y 90.
Las interpretaciones de los temas -en su mayoría en solitario SEnD realzan las canciones como Al Borde en la desgarradora y sentimental actuación de Alexandra Cabanilla o Control en la voz de Lola Guevara, acompañada de una sencilla pero armoniosa escenografía que incluye lluvia, transeúntes y soledad.
Al elenco se suman las voces de María José Blum, Belén Idrobo, Silvio Villagómez y Alondra Santiago, quien reemplaza a Jasú Montero en el papel de Martha.
La producción, original del Teatro Sánchez Aguilar de Guayaquil, va a contracorriente del hábito de comprar franquicias de musicales internacionales para su puesta en escena ecuatoriana.
Con este musical, no solo se ha logrado validar la construcción de guiones nacionales, sino que se dio paso a un recorrido visual y sonoro muy propio, cuyo repertorio hace difícil despegarse de las voces y los personajes, incluso después de haber salido del teatro.