Cantar o tocar con pista no es desconocido en el mundo del entretenimiento. Parece que los artistas se guardan sus presentaciones verdaderas para ciertas ocasiones, ¿o será que muchos esconden algo? Así como a David Guetta se le ha descubierto usando pistas en lugar de mezclar en vivo, a cientos de artistas se les ha encontrado uno que otro error que los delata el uso de las pistas de fondo.
Uno de los casos más impactantes ni siquiera fue de un artista ya consagrado, sino de la pequeña y dulce niña que cantó en la apertura de las Olimpiadas de Beijing en el 2008. Lin Miaoke de nueve años encantó al mundo entero con la melodía de ‘Oda a la madre tierra’, para luego hacernos saber que esa no era su verdadera voz, sino la de una pequeña de siete años Yang Peiyi, a quien los organizadores no consideraban tan tierna.
El desastre en escenario de Ashlee Simpson durante su presentación en el programa ‘Saturday Night Live’, puso en duda las presentaciones del programa que se hace en vivo. Cuando regresó a cantar una segunda canción el playback empezó a sonar con la primera -incluyendo la voz de Simpson- provocando que ésta se saliera del escenario después de bailar un poco para desviar la atención de lo que sucedía.
Si seguimos hablando de artistas pop, es posible mencionar a Britney Spears, quien nunca ha estado ajena a los escándalos personales y musicales. En el 2007 cuando sus fans esperaban su reintegración al mundo musical, Spears dio una impávida presentación en los premios VMA de la cadena MTV. No solo eso sino que se vio claramente cómo la diva tan solo movía los labios.
Otra artista que ha demostrado tener una inmensa voz, pero no para dedicarla al presidente Obama ha sido Beyoncé. Quien el año anterior admitió ser culpable de cantar con pista en el evento inaugural de la Casa Blanca. La artista confesó –después en una rueda de prensa- que no había podido ensayar con la banda y prefería eso a que quedar mal frente a Obama.
Tampoco es posible olvidar a Milli Vanilli el famoso dueto, engaño hasta la industria de los Grammy a quienes tuvieron que devolver el premio por Mejor Artista Nuevo, después de que saliera a la luz que el dúo solo ponía el rostro y la presencia, más no la voz. Todos sus actos era ‘realmente’ una actuación en los que pretendían cantar al ritmo del dance, funk y R&B.