En las crónicas de Narnia se acentúa la metáfora de la Biblia

En la búsqueda de los caballeros. Caspian, Lucy y Edmund reciben ayuda de una estrella.

En la búsqueda de los caballeros. Caspian, Lucy y Edmund reciben ayuda de una estrella.

Cuando apareció en las salas de cine la primera parte de ‘Las crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario’ se retomó la idea que eran una metáfora de la Biblia.

En la segunda entrega de la saga cinematográfica, ‘El príncipe Caspian’ esa asociación casi que se diluyó. Sin embargo, en el estreno de esta semana ‘Las crónicas de Narnia: La travesía del Viajero del Alba’ vuelven las lecciones bíblicas acompañadas de efectos especiales 3D.

Las metáforas de la religión católica en combinación con los efectos visuales, acción y una pizca de humor son la estructura de esta cinta. Sin embargo, es una libre adaptación del cuento del mismo nombre del escritor británico C. S. Lewis.

El libro infantil tiene un ritmo narrativo distinto al de la cinta y eso obligó al director Michael Apted a cambiar el guión, sobre todo en los giros dramáticos para que la película avance. El relato en el cuento es más pausado, por lo cual para la adaptación cinematográfica incluso se toman partes de ‘La silla de Plata’, el cuarto libro de Narnia.

En esta tercera entrega de la saga Lucy y Edmund Pevensie (hijos de Adán y Eva) vuelven al mundo mágico de Narnia ya sin sus hermanos mayores Peter y Susan. Esta vez van junto con su primo Eustace.

En Narnia se embarcan en el Viajero del Alba con Caspian y el ratón parlante Reepicheep. En esta aventura deben buscar a los siete caballeros expulsados del reino por Miraz, tío de Caspian, quien se apoderó del trono del reino de Narnia.

Justamente, la pesquisa por los caballeros representa una metáfora de los siete pecados capitales (lujuria, pereza, gula, ira, envidia, codicia y soberbia). Lewis era muy religioso y sus cuentos, dedicados a los niños, pretendían dejar buenas lecciones de comportamiento.

Una de las razones para estas moralejas fue la crisis moral que dejaron las guerras en Europa. Época que vivió el autor de los siete cuentos de Narnia.

Sin embargo, no solo los caballeros cometieron los pecados. Los héroes de la cinta también sufren debilidades. Eustace, que al inicio de la cinta se muestra soberbio, luego de un castigo se convierte en un buen samaritano. Siempre cobijado por el cariño celestial de Aslan.

Eustace también es el protagonista de las escasas secuencias de humor de la producción, que básicamente son por la ignorancia de Eustace sobre Narnia.

El ritmo, que en la novela de Lewis es difícil de percibir, se visualiza con las escenas de acción. Estas consisten en duelos a espada que no caen en lo violento ni sangriento debido al público al cual va dirigida la cinta.

Un punto a favor es la composición visual de la producción. Imágenes de fantásticos paisajes donde existen extraños seres son parte del atractivo visual, por lo cual el 3D, a veces, es innecesario. Esta nueva aventura pretende superar a su antecesora, ‘El príncipe Caspian’, la cual no tuvo éxito en la crítica, sin embargo, es muy probable que no supere a ‘El león, la bruja y el armario’, película que abrió al cine las puertas de Narnia.

La ficha técnica

Título: ‘Las crónicas de Narnia: La travesía del Viajero del Alba’

Dirección: Michael Apted

Guión: Christopher Markus,Stephen McFeely y Michael Petroni

País: EE.UU.

Año: 2010. Dur.:115 min.

Género: Fantasía, acción, comedia

Reparto: Georgie Henley, Skandar Keynes, Ben Barnes, Will Poulter...

Fotografía: Dante Spinotti

Censura: Todo público

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