El uso de lenguaje soez, la violencia y la desnudez moderadas y las descripciones reducidas de uso de drogas ilegales que los calificadores vieron en ‘Feriado’ pasarán desapercibidas para quien se acerque a la ópera prima de Diego Araujo. Por supuesto, el filme está para más, para lecturas menos moralistas, reflexiones más amplias, críticas de otra índole.
Mientras Ecuador se acerca al abismo financiero, Juampi llega a la hacienda de su tío, quien está envuelto en un escándalo de corrupción. En la ruralidad, el muchacho escapa de su hábitat y conoce a Juano, un joven de escasos recursos fascinado con el metal. La relación de amistad resulta liberadora y se extiende hacia lo amatorio.
Las menciones suficientes al contexto sociohistórico del país -la crisis como espacio para el cambio- acompañan el eje del relato. Las actuaciones son equilibradas y consiguen -sin texturas- transmitir el conflicto de los personajes. Juan Manuel Arregui y David Andrés Paredes construyen el retrato de Juampi y Juano con cercanía, sin sublimar sus experiencias. Y el resto del elenco completa con fuerza la propuesta del director. La cámara juega con la inocencia y la sencillez de la historia, a tal punto de proponer el divertimento de representar la ciudad al revés.
A través de pasajes del relato se infiere una repetición de los modelos sociales en sistemas más pequeños. Así, las imposiciones del poder -económico y político- que redefinieron las vidas de miles durante la crisis del 99, hallan una analogía simplificada en la brutalidad del trato de los primos sobre el protagonista y, más evidente aún, en el abuso que inflige una clase social a la escala inferior. Mas el conflicto dramático del filme se traslada a la relación romántico-erótica entre los dos adolescentes.
Pero, la película, la historia y el desarrollo de los personajes -que no llega a cerrarse, anteponiendo la indiferencia del adolescente como respuesta frente a un cuestionamiento existencial- van más allá de lo calificado dentro del cine gay. ‘Feriado’ es una cinta sobre el crecimiento, que si bien retoma pasajes comunes en este tipo de relatos, halla ahí la clave para versar sobre el autodescubrimiento y la aceptación.
La película comparte elementos narrativos con otra reciente producción nacional, ‘Saudade’. La coincidencia, además de tener el mismo contexto histórico y personajes en el mismo rango etario, se extiende al uso de espacios rurales, a la perspectiva de la ciudad como sitio de culturas alternativas, a la representación de la escritura y la música como vías de desfogue. Sin embargo, ‘Feriado’ -las tediosas comparaciones- resulta en una propuesta más clara, con una construcción sólida desde su estructura clásica de tres actos y sin excesos líricos que atentarían contra su verosimilitud.
Juan Manuel Arregui
A sus 18 años, es estudiante de Cine y Artes Escénicas en la UDLA. El papel de Juan Pablo, ‘Juanpi’, es su primera experiencia como actor; antes ha laborado detrás de las cámaras en proyectos como ‘El facilitador’. Es hijo del realizador Víctor Arregui.
Diego Araujo
Director y escritor quiteño, se graduó en Producción Audiovisual en la USFQ y realizó un posgrado en Producción Cinematográfica en la Florida State University. Es cofundador de la productora Lunafilms. Su experiencia previa se dio en cortometrajes.