Por unos días, la suite presidencial del Hotel Oro Verde, de Guayaquil, albergó a un huésped ‘especial’. Se trató de Phillipo, la mascota de la cantante mexicana Paulina Rubio.
Para que esto sea posible, los organizadores del concierto de la llamada ‘Chica Dorada’ tuvieron que realizar las correspondientes gestiones con los administradores del hotel.
Este fue uno de los pedidos de la artista, antes del concierto Gran City Pop, la noche del viernes. La presentación fue en el Centro de Convenciones Simón Bolívar de Guayaquil.
En cuanto a la alimentación, Peggy Artieda, encargada de prensa por la organización del concierto, señaló que no hubo pedidos fuera de lo común. Incluso, Rubio comió cebiche.
Este Diario conoció que en su habitación hubo frutas, aguas naturales y miel. También bebidas energizantes.
En cuanto a la movilización por la ciudad no hubo pedidos especiales. Eso sí, los organizadores se encargaron de que fueran vehículos cómodos y seguros.
Antes de la rueda de prensa del pasado jueves, la ‘Chica Dorada’ pidió la presencia de su maquillador. Eso puso en apuros a la organización, pero se cumplió con ello. Por esta razón, la rueda de prensa prevista para las 17:00 empezó a las 22:00.
Por las características del concierto Gran City Pop se necesitaba de un espacio abierto, por ello se utilizó la parte posterior del Centro de Convenciones.
Durante hora y media, Paulina Rubio, quien está por cumplir 39 años, hizo un recorrido por los principales temas de su carrera como solista y también su última producción.
Temas como Yo no soy esa mujer, El último vals, Ni rosas ni juguetes, Y yo sigo aquí, Melodía de tu alma, Enamorada, Causa y efecto, entre otras, fueron parte del repertorio de la mexicana. Por el embarazo, fue evidente que la artista fue mesurada y cuidadosa en sus movimientos, pero no influyó en el espectáculo.