Al sur del cielo es el festival de encuentro de los roqueros

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Este viernes el festival de rock Al sur del cielo cumplirá 23 años. Y con eso una larga trayectoria de sucesos se han vivido en una cita que se realiza cada 31 de diciembre en la Concha Acústica de la Villa Flora, sur de Quito.

Este año estarán en escena 16 bandas y el simbolismo que se ha ganado a lo largo de la trayectoria del festival es que se convirtió en un lugar de encuentro de los roqueros. Eso lo reconoce Fernando Altamira, de 34 años, y quien ha asistido desde hace 11 años a la Concha Acústica cada 31 de diciembre. “Es el lugar en el que me voy a encontrar con mis amigos cada fin de año. Con los que no he visto, con los que no he hablado durante todo el año”.

Él tiene el cabello largo y “usualmente visto de negro, solo cuando voy a mi trabajo utilizo una ropa más formal”. Es ingeniero en sistemas y es empleado de una empresa privada. Explica con seriedad que cada 31 de diciembre representa una emoción, la de ir a un lugar cercano a su casa, vive en la ciudadela México (en el sur de Quito), a disfrutar de música con sus amigos más queridos.

Sin embargo, no deja de quejarse por uno de los problemas que fueron característicos en este festival: el mal sonido. “Antes llegaba y me daba en las partes altas de la Concha Acústica”. Esto lo hacía -dice- porque el sonido era muy malo y no se disfrutaba de las presentaciones.

Pero dice que eso ya ha cambiado en los últimos años. Uno de los organizadores, Diego Brito, dice que la situación cambió desde hace unos cuatro años, desde que tienen apoyo estatal. “Antes los costos de la sonorización los asumíamos de nuestros bolsillos”, explica. Pero eso cambió y ahora, para el show del viernes, contarán con una sonorización para alrededor de 40 000 personas y se espera que lleguen más de 20 000 personas.

Por esa misma evolución es que Sal y Mileto decidió aceptar participar en el festival. El baterista de esa banda, Igor Icaza, dice que la banda tocará por primera vez en este lugar porque ya existe una infraestructura técnica, que permite a las bandas desarrollar su música de una manera efectiva. “Antes las bandas no tenían exigencias técnicas, ahora sí y eso está bien”.

Él asegura que el festival Al sur del cielo es ya un clásico en la escena metalera del Ecuador. Explica que la gente ve a este acto con un simbolismo que los representa. “Es uno de los festivales más antiguos y se ha podido conservar gracias a la perseverancia de los organizadores. Muchos hemos crecido visitando las ediciones que ha tenido”.

Altamira tiene un hijo de 8 años y desde hace dos lo lleva al festival. Este viernes también irá para que disfrute del concierto. “Es un encuentro familiar, hay seguridad que nos permite ir con los niños”. Una de las intenciones es que él tiene es que su pequeño hijo tenga afinidad por la música que le gusta a su padre.

Brito cuenta que está todo listo para este viernes. Y además adelanta que para cuando cumplan 25 años ellos presentarán un libro extenso con los acontecimientos más recordados del festival a lo largo de su existencia.

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