El aniversario 33 del punk en el Ecuador se acaba de celebrar. Un festival en Chillogallo el sábado pasado, organizado por el Centro Cultural Rompecandados, recordó a este género musical y a la subcultura que lo acompaña.
Bajo el sonido de las tres notas en la música de Los Ramones, The Clash, The Misfists y Sex Pistols, el punk empezó a germinar en Quito y Guayaquil.
Pero no sería hasta mediados de los ochenta que el género se gestó. Entre los pioneros está Descontrolados, trío guayaquileño que empezó a sonar en 1986.
Desde esos primeros sonidos y conciertos en bares y calles, se han dado derivaciones del punk. Ahora, los subgéneros se arremolinan junto al hardcore, al ska punk, al electropunk y al punk rock.Otro de los referentes, el de mayor proyección internacional y que ha sido una constante en el movimiento punk es Notoken. La banda también proviene de ‘Guayakill’, como se denomina una de sus canciones. Con ellos el punk se relacionó con el hardcore; en este subgénero también se alinearon bandas de similar experiencia como Mortal Decisión, Kaos o Retaque. Sus letras presentan una visiones críticas, desde una postura que se declara antirracista, antifascista y apolítica.
Es que la irreverencia ha sido una característica dentro del movimiento punk, no solo desde el peinado de cresta, la A roja (símbolo de la anarquía) sobre las camisetas, los ‘spikes’ en brazaletes y chompas de cuero o las botas destartaladas, sino, y sobre todo, en su música.
Una irreverencia que se manifiesta tanto en una postura crítica sobre la situación social del país, o que se desprende de divertimentos en las canciones.
Con títulos y letras cargados de ironía sobre aspectos del orden social, político y cultural ecuatoriano, bandas de punk rock emergieron en los 90, tales como El retorno de Exxon Valdez, Agente 86 o Tanque. La primera agrupación presentó el disco ‘Eso fue todo’ y un recopilatorio ‘Los Greatest Hits’, con temas como Que te vas o La primera vez que me bañe contigo.
El cineasta ecuatoriano Mateo Herrera, quien integró El retorno de Exxon Valdez, dice que ellos nunca se consideraron punk, ni eran parte del movimiento. “No decidimos hacer un tipo de música, éramos amigos tocando instrumentos y lo que salió fue un accidente”.
Las canciones de Tanque se recuerdan hasta hoy en pequeños círculos. Allí están Dale José y Electrolux (“Voy a tocar su puerta, tocar su timbre y su ventana también… Soy su amigo Electrolux…”). Dos placas llevan su firma: ‘El pank de cada día’ y ‘hasta la muerte de su titular’.
Estas líneas musicales, hoy por hoy, resuenan, entre las bandas actuales Letargo, Biorn Borg, El extraño comportamiento de un torso animado…
En cuanto a la discografía nacional también se destaca ‘Desarme Vol. 1’. La placa editada en 2002 es la primera compilación de bandas de punk y hardcore ecuatorianas.
Se incluyeron cuatro agrupaciones de Quito (Malahue, Hijos de Quién,Yuga y Curare) y cuatro de Guayaquil (Notoken, Agente 86, Ultratumba y Moral abajo).