En una de las aulas del Colegio Mejía se imparten las nociones elementales de la lengua de señas a servidores públicos y policías metropolitanos. Foto: Armando Prado / El Comercio.
El lenguaje es un elemento fundamental dentro de la sociedad. Y al hablar de las personas con discapacidad auditiva, la lengua de señas se constituye en un pilar necesario para la interacción diaria y para el acceso a la información.
Sin embargo, es tan limitado el conocimiento de este sistema de comunicación, que las personas con discapacidad auditiva deben sortear diversas dificultades, desde no poder realizar trámites, hasta circular en la calle sin que las personas conozcan su lengua.Para reducir esta brecha y garantizar una mayor inclusión, la Secretaría Técnica de Discapacidades (Setedis) emprendió un programa para capacitar a servidores públicos y docentes con las nociones básicas de la lengua de señas.
El proyecto se inició en Quito, el lunes pasado(22 de septiembre), en una de las aulas del Colegio Mejía. El curso comprende 30 horas de enseñanza y familiarización con esta lengua.
Diana Tirado, intérprete de esta lengua desde el 2010, es una de las encargadas de impartir la cátedra. Mientras mostraba a cerca de 30 adultos la señal de contento, dijo que se busca garantizar una verdadera inclusión de las personas sordas en las instituciones públicas y en los servicios de ayuda, como el ECU 911 y la Policía.
En los talleres, se imparte un glosario de términos y letras a funcionarios de atención al cliente del Ministerio de Relaciones Laborales, Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, Ministerio de Turismo, entre otras instituciones.
La motricidad fina, para realizar correctamente las señales, además de las expresiones faciales, son importantes para enviar el mensaje al receptor.
Hugo Dávalos, docente de psicología educativa del Colegio Mejía, también recibe la capacitación. En cinco días, aprendió a saludar, preguntar el nombre, identificar colores y consultar si una persona desea abordar sistemas de transporte masivo, como el Trolebús. “Se hace difícil al inicio, pero lo importante es romper barreras”.
En su trabajo dentro del grupo de acogimiento de la Policía Metropolitana, Víctor Hernández suele encontrarse con personas con discapacidad auditiva. A su criterio, la capacitación le servirá para prestarles un mejor servicio y direccionarlos en su propia lengua.
Alex Camacho, secretario Técnico de Discapacidades, dijo que se iniciará un proceso de certificación para los intérpretes de lengua de señas, en convenio con el Secap. La idea es promover la formación de más interpretes, para que sean reconocidos por instituciones de educación superior del país.
Otro de los objetivos de la campaña ‘Ecuador vive la inclusión’ es cambiar el mecanismo en el que se emiten los noticieros en lengua de señas. Se buscará que el espacio sea más grande en la pantalla, para garantizar el acceso a la información de forma igualitaria.
La importancia de la lengua de señas también se evidencia dentro del núcleo familiar, ya que en muchos casos, la comunicación entre los padres y familiares de personas con discapacidad auditiva se complica por el desconocimiento.
Así lo sostiene Diego Gahona, representante de la Asociación de Padres y Familiares de Personas Sordas (Anpafase), integrada por 308 miembros.
Para Gahona las personas con discapacidad auditiva aún sufren discriminación porque no se ha masificado la lengua de señas. Ante esta realidad, desde Anpafase -que se articuló en el primer trimestre del 2014- se impulsó la enseñanza y el aprendizaje de la lengua de señas para que los niños y jóvenes con esta discapacidad tengan el apoyo de su entorno en su proceso de desarrollo.
La Asociación de Personas Sordas de Pichincha, el Instituto Nacional de Audición y Lenguaje, y la Federación Nacional de Personas Sordas del Ecuador son algunas de las entidades que dictan permanentemente cursos abiertos de lengua de señas al público.