Sebastián Jara, narrador costarricense de 11 años, presentó el espectáculo Cuentos de bolsillo en el Teatro Sánchez Aguilar. Foto: Gabriel Proaño / EL COMERCIO
Historias que echan mano de la interacción con los espectadores y apelan, sobre todo, a la imaginación del público infantil. Cuentos con moraleja, con una cierta carga reflexiva, o sencillos circunloquios ideados para convocar a la risa. Así son las historias que cuenteros y cuenteritos latinoamericanos relatan en el marco del XII Encuentro de Narradores Orales Infantiles Un cerrito de cuentos.
El festival de la oralidad, inaugurado el domingo pasado, tuvo la noche de este martes 25 de agosto sus primeras funciones internacionales en Guayaquil, en los escenarios del Maac Cine y del Teatro Sánchez Aguilar (TSA).
Payasos cuentacuentos, narradores musicales protagonizaron la función del teatro de Samborondón, donde participantes de Venezuela y Costa Rica arrancaron risas y aplausos del público adulto e infantil que llenó la sala Zaruma del TSA.
Azul Mar Guerrieri, de 13 años y su madre Livia Castillo, de Venezuela, surgieron del circo por lo que se identifican como payasas cuentacuentos. Apelando a la imaginación de los niños sentados al pie del escenario los llevaron a tocar las orejas de un oso en una cueva oscura (y a huir luego del lugar), guiándolos solo con golpes de las manos y sonidos guturales.
Azul Mar Guerrieri y su madre Livia Castillo, de Venezuela, en el festival Un cerrito de Cuentos. Foto: Gabriel Proaño / EL COMERCIO
Sebastián Jara, de 11 años, narrador de Costa Rica, presentó el espectáculo Cuentos de bolsillo, lleno de picardía. Contó con su particular acento caribeño historias con moraleja como la de la Hermosa rosa que desprecia al sapo sin saber que también depende de él, o la de la personificación en anciano del amor “que si está primero lo demás viene detrás”.
Con guitarra en mano y vestida para un safari, Ana Coralia Fernández, también de Costa Rica, propuso una cacería pero de historias. Algunas de sus narraciones iban acompañadas de cantos o coros que les hizo repetir a los espectadores. La historia de ‘El cuervo y el árbol’, sobre la “siembra de la discordia”, termina con el árbol al borde de la muerte y con el ave como “un príncipe de los enredos y rey de la nada”.
El Encuentro de Narradores, organizado por la Corporación Cultura Imaginario, se extenderá hasta el próximo domingo e incluye además a escenarios como el Cerro Santa Ana y al Museo del Bombero.
Los narradores de Costa Rica y Venezuela se presentan hasta el próximo sábado en el Maac Cine y el TSA junto a invitados de Cuba, Colombia, España y Ecuador. Las entradas tienen un costo de USD 2,50 y de USD 5,00 los adultos. El programa completo de presentaciones puede ser consultado en la página web de Corporación Imaginario.
Ana Coralia Fernández, de Costa Rica, otra de las cuenteras que participa en el XII Encuentro de Narradores Orales Infantiles Un cerrito de cuentos. Foto: Gabriel Proaño / EL COMERCIO