Lo esencial es invisible a los ojos en ‘El Principito’

La actriz Mackenzie Foy y el actor Jeff Bridges prestan su voz para interpretar a la niña y al aviador, respectivamente. Foto: www.outnow.ch

La actriz Mackenzie Foy y el actor Jeff Bridges prestan su voz para interpretar a la niña y al aviador, respectivamente. Foto: www.outnow.ch

Mark Osborne dirige una nueva adaptación del clásico de la literatura universal, en el que combina dos historias pero también dos técnicas de animación. Foto: Www.outnow.ch

El cuento de ‘El Principito’ no sería lo mismo sin las ilustraciones que lo acompañan desde su versión original. Es a través de estas que se puede entender la diferencia entre un sombrero y una boa que se ha tragado a un elefante.

Entre esos dibujos realizados por el propio autor del libro, Antoine de Saint Exupéry, también aparece El Principito, aquel niño de ojos diminutos, traje verde, pañoleta al cuello y cabellos dorados que ha inspirado una nueva historia que llega este fin de semana a las salas de cine del país bajo el título de la obra original.

Se trata de un relato doble, en el que los guionistas Irena Brignull y Bob Persichetti primero construyen una historia animada que gira alrededor de una niña que lleva una vida extremadamente organizada por una madre, que solo prevé el éxito sobre la base de la educación y la disciplina.

Para alcanzar ese objetivo, madre e hija se mudan a un nuevo vecindario donde el minuto de la hora, el día de la semana y el mes del año deben ser planificados con tal rigurosidad que permita seguirle el paso a un sistema social y económico que transforma la vida en una mecánica rutina. 

La actriz Mackenzie Foy y el actor Jeff Bridges prestan su voz para interpretar a la niña y al aviador, respectivamente. Foto: www.outnow.ch

Será un universo de imágenes generadas por computadora y trazado bajo los conceptos de un mundo moderno, de proporciones simétricas y espacios sumamente funcionales que contrasta con la calidez de los tonos y el encanto de sus personajes.

En medio de su cronometrada agenda, la niña conoce al excéntrico y viejo aviador que tienen como vecino. Tras una atropellada presentación, el aviador logra llamar la atención de la pequeña con la historia de un extraño niño al que conoció en el desierto.

Una serie de pistas, que son visibles con una lectura previa de la obra, aparece para dar forma al umbral que conducirá a un universo fantástico contenido en otro. Entonces los relatos se cruzan y el mundo ‘real’ de la niña cede paso a un mágico escenario recreado en ‘stop motion’, una técnica que crea la ilusión de movimiento a partir de la fotografía sucesiva de objetos estáticos, que enriquece el concepto estético del filme.

El equilibrio entre las dos historias y ambas técnicas de animación forman una unidad que transmite una sensación de artesanía y que mantiene la fidelidad del relato literario, a la vez que permite que la historia de la niña y el viejo aviador siga su propio curso para deleite del espectador.

Suplementos digitales