La cinta evalúa las tensiones en familia y el peso del pasado. Foto Captura
El abogado Hank Palmer se ve obligado a regresar a su pueblo natal cuando su padre es acusado de homicidio. El juez Joseph Palmer enfrentará un juicio al mismo tiempo que lidia con el retorno de un hijo alejado de la familia.
La relación padre-hijo es la motivación principal del director David Dobkin en la cinta. Para ello edifica personajes distantes, dispares y soberbios, que complican más la tensión familiar.
Detrás de la máscara del hombre de acero, Robert Downey Jr. aparece como un abogado arrogante: el hijo en una relación complicada y casi imposible de retomar.
Robert Duvall se presenta fríamente como el juez que gobierna en Carlenville, Indiana. Su retrato es duro y cálido, a la vez, para un hombre cuya avanzada edad podría pasarle una mala jugada.
‘El Juez’ es una película con predominancia de roles masculinos que apunta a un público similar, pero deja de lado la acción, los autos y las batallas de superhéroes para acercarse al ámbito sentimental.
Una movida arriesgada en medio de una cartelera que suele esconderse detrás de una lluvia de efectos especiales.
La cinta no tiene miedo de mostrarse cruda y fiel al devenir de un padre. El decaer de un hombre maduro se presenta en ‘El Juez’ como un momento crucial en el fortalecimiento de los personajes. La realidad con la que se pueden ver estas escenas deja adivinar el compromiso de Dobkin con su historia.
‘El Juez’ reconstruye también la historia paralela de lo que significa volver a la ciudad natal. Reencuentros con amores pasados –que se ha visto más en comedias como ‘La propuesta’, con Sandra Bullock y Ryan Reynolds-, recordar actividades de la infancia y reconocer los pocos cambios del lugar que se deja atrás en la búsqueda de un sueño más grande.
Aun así, la actuación de Downey Jr. no logra meterse al público en el bolsillo. La arrogancia de su personaje es exagerada por el artista, al grado de ser poco creíble.
La cinta carece de la tensión necesaria que evocaría el juicio de un padre. Pero es posible rescatar los esfuerzos en otras áreas como la dirección de fotografía. Janusz Kaminski plantea una película dirigida por planos armónicos. El color que se puede ver en paisajes de Indiana contrasta con los pequeños destellos de luz que ingresan al oscuro juzgado.
El ganador de dos Oscar por su cinematografía (en ‘Salvando al Soldado Ryan’ y ‘La lista de Schindler’) agrega interesantes tomas subjetivas que consolidan la distante relación entre los protagonistas.
Se trata de un filme que halla momentos para enganchar a la audiencia; espacios en los que se obliga a volver la mirada hacia las relaciones que cada quien forja en familia.
Video: Youtube, canal: Warner Bros. Pictures España