En una de sus últimas travesías, los guías de Quimiag acompañaron a un grupo de montañistas para llegar hasta la laguna celeste. Foto: Cortesía Ministerio del Ambiente
El recorrido por un sendero de 11 kilómetros, donde se pueden avistar cóndores y otras aves endémicas, hacer camping y escalada en roca natural son solo algunas de las actividades que se practican en el nevado El Altar, situado en el Parque Nacional Sangay.
Unos 24 guías nativos, de nueve comunidades indígenas de Riobamba y Penipe, se capacitaron para acompañar a los turistas. Ofertan servicios como alquiler de caballos, mulas para equipaje y brindan seguridad a los viajeros.
Tienen entre 25 y 45 años, y conocen la zona por la que atraviesan rutas de ascensión a la montaña, pues también protegen los bosques nativos y son propietarios de los terrenos que ahora tendrán un propósito turístico.
Sin embargo, requerían capacitarse y organizarse para emprender esta iniciativa. Eso motivó a los funcionarios de la Dirección de Turismo del Municipio de Riobamba, del Ministerio de Turismo y del Ministerio del Ambiente (MAE), a unirse para emprender un proyecto de beneficio comunitario.
La idea es fomentar el turismo sostenible, pues la zona es una de las áreas protegidas más importantes del país. “Queremos promover el turismo como alternativa económica para la gente de Quimiag y La Candelaria y, a la vez, motivarlos a cuidar el ambiente”, cuenta Balvanera Cruz, directora de la Unidad de Turismo del Cabildo riobambeño.
La iniciativa empezó en el 2014, con una campaña de educación ambiental. En esta fase, técnicos del MAE concienciaron a la gente sobre las especies en peligro de extinción, el cuidado de los bosques, entre otras temáticas.
Para la segunda fase se invitó a los interesados a recibir un curso de capacitación. El único requisito era pertenecer a una de las comunidades de las dos parroquias.
A la convocatoria acudieron 24 personas. Ellos se capacitaron en cartografía y navegación, primeros auxilios, historia, geografía, inglés y otros puntos necesarios para la obtención de su licencia como guías nativos.
Ellos se graduarán la próxima semana y, oficialmente, empezarán a ofertar sus servicios. Se los puede contactar a través de la Junta Parroquial de Quimiag, llamando al 03 234 0078.
Alfonso Vilema, de 42 años, es uno de los participantes para guías nativos. “Tenemos muchas expectativas con este proyecto. Esperamos que las instituciones que se unieron para emprender este proyecto también nos ayuden a promocionar nuestra parroquia y lleguen más turistas”.
El servicio que prestan cuesta entre USD 30 y 40 diarios, dependiendo del recorrido. Son tres rutas de distintas dificultades; una de ellas llega hasta el bosque de Polylepis y se puede hacer en familia; el trayecto implica unas cuatro horas de caminata. Las otras rutas son de mayor dificultad e incluyen otras actividades, como camping, escalada…