El Departamento de Trabajo estadounidense firmó hoy acuerdos de colaboración con Ecuador, Honduras, Perú y Filipinas para dar a conocer y proteger los derechos laborales de los inmigrantes de estos países que trabajan en Estados Unidos, “independiente de su estatus migratorio”.
Los convenios “protegen a cada persona que trabaja aquí, independientemente de su estatus migratorio“, subrayó a Efe la secretaria de Trabajo, Hilda Solís, después de firmar los respectivos convenios con los embajadores de los tres estados latinoamericanos y del país asiático.
A partir de ahora, habrá más campañas de la Administración que divulguen qué derechos tienen los empleados y los consulados se convertirán en oficinas que asesorarán a los compatriotas con problemas en sus puestos de trabajo.
El avance tiene una consigna básica, según Solís: la confidencialidad. “Toda la información que nos llegue es confidencial y no vamos a compartir esa información con las otras agencias federales”.
“Tenemos personas bilingües, que hablan español, para informar de estos derechos y tenemos investigadores que pueden abordar estas denuncias”, detalló.
La embajadora de Ecuador en Washington, Nathalie Cely, cree que el acuerdo bilateral permitirá “evidenciar casos de injusticia en los trabajadores, porque el ecuatoriano sabe que, estando en el consulado, está en su tierra y tiene sus poderes protegidos”.
“En el pasado ha habido mucho temor, especialmente entre los inmigrantes en situación irregular -consideró la embajadora-, se ha creado mucha injusticia y explotación laboral y debemos decirlo con ese nombre”.
Cely considera que el acuerdo con la Administración del presidente de EE.UU., Barack Obama, es una señal política y que los 18 consulados ecuatorianos en el país garantizarán el anonimato “para que la información y el estatus de quien hace la denuncia sea guardada celosamente”.
El embajador de Perú, Harold Forsyth, explicó a Efe que la legislación laboral estadounidense es “muy compleja” y que hasta ahora los trabajadores peruanos “mal pueden defender sus derechos si no conocen los derechos que les franquea la ley”.
Para Forsyth, el convenio contribuye a la divulgación, pero también a “la capacitación activa de los consulados generales en el país para que estén en mejores condiciones para socorrer a sus compatriotas en temas laborales”.
El embajador de Honduras, Jorge Ramón Hernández Alcerro, indicó a Efe que el gran avance de la firma es que “los gobiernos estadounidense y hondureño están juntos a la hora de proteger la dignidad de los trabajadores hondureños acá”.
Los empleados inmigrantes podrán conocer al detalle aspectos sobre el salario, la protección médica, el visado, el trabajo en el campo, los derechos de los jóvenes y la prohibición de detectores de mentiras, entre otros aspectos en materia laboral.
Los embajadores latinoamericanos vieron un doble avance en el acuerdo: una mejora para los trabajadores inmigrantes y un paso adelante en las relaciones con el Gobierno de EE.UU.
En ese sentido, la embajadora ecuatoriana en Washington cree que “las diferencias” entre ambos países americanos irán diluyéndose.
Los acuerdos se asimilan a los alcanzados con anterioridad por el Departamento de Trabajo con México, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica y República Dominicana, mientras que espera firmar nuevos acuerdos con más embajadas.