Entrevista al padre Pedro Niño. Director de Irfeyal de fe y alegría
¿Qué ha significado su trabajo en Fe y Alegría?
Nosotros estamos acostumbrados a ver y constatar las cosas con los cinco sentidos. Esto es otra cosa. Tú debes tener convicción y la creencia de poner tu libertad que es lo único que tiene el hombre para escoger o no.
¿Qué hizo usted cuando el Estado le suspendió la ayuda a los programas?
Yo había escrito unas tres cartas a Rafael (Correa), que nunca me contestó. En nuestro país en vez de afrontar los problemas muchas veces esperamos a ver si se calman y se olvidan las cosas. Los ecuatorianos tiene grandes virtudes, una de esas es ser serenos hasta “que le tiran del rabo” porque cuando eso pasa miren lo que ocurrió con Eloy Alfaro.
¿Cómo hizo para llegar al presidente Correa con su reclamo?
Tuve que enviar una carta a Roma que fue presentada al presidente cuando fue a verle al Papa Francisco. La carta decía simplemente “no puedes permanecer impávido ante lo que está ocurriendo. Hay un problema serio sobre la educación de adultos”. Cuando volvió al país, a la semana me llamó y dispuso una reunión y me dijo, quien agenda las citas con el Presidente, que me esperaban para hablar y que “me concedían 10 minutos”. Primero me dijeron que no pero luego me llamaron a una cita. Fui a la Presidencia a las 19:00 y Rafael (Correa) preguntó por mí y me dice: “Cómo es posible que me mandes una carta al Vaticano desde Quito”.
¿Qué razones tuvo?
Le dije lo hice por dos razones: primero, Presidente te he enviado tres cartas y tres al Ministerio de Educación y no han contestado. Mi madre de pequeño me decía que era de mala educación no contestar las cartas. Y segundo tienes “un dogal alrededor de ti que no te deja ver la realidad. En su entorno ustedes no saben nada lo que es la educación de adultos, nada en absoluto.
¿Se corrigió esto?
Se restableció la ayuda y se va corrigiendo pero a base de peleas continuas. Les dejé un mensaje: que lleven el corazón por delante para hacer justicia. La justicia educativa es tan importante porque simplemente hace que la gente tenga la suficiente capacidad verbal para expresar lo que lleva en la cabeza y el corazón. La justicia educativa hace personas.
¿En España como fue su vida y su preparación?
Yo nací en Madrid. Viví, trabajé y sufrí ahí. Pasé la guerra civil de España que me dejó un tremendo impacto, positivo después de reflexionarlo tanto. La guerra cayó en mi casa.
¿Cómo vivió la guerra?
Yo nací en el 31. Yo mismo podría escribir una novela sobre la guerra. Fue un impacto. Yo he tenido una familia maravillosa, mi hermana murió resultado de la guerra, es decir de las bombas. Mi padre estuvo en el frente y realmente sufrió mucho.
¿Cómo quisiera que le recuerden?
Simplemente como se recuerda cuando uno ha comido buen pan. Es decir: “que bueno que es el pan”. Como un hispano ecuatoriano.