Fotografía de archivo tomada en 2013 del escritor argentino Eduardo Sacheri, que ganó el Premio Alfaguara de novela, en su edición 2016, por ‘La noche de la usina’. EFE
“En ‘La noche de la usina’ no hay una pretensión de dar un mensaje político directo. A mí, como lector, no me gusta cuando un escritor tiende a condicionar lo que yo voy a leer, con mensajes dichos con mayúsculas. Ojalá en esta novela, los lectores encuentren mensajes políticos, sociales y existenciales, pero creo que no soy yo el que tiene que sembrarlos, aunque sea el lector el que finalmente tenga que cosecharlos”.
Esa fue la respuesta que el escritor argentino Eduardo Sacheri dio a EL COMERCIO, a través de una conversación telefónica tras la consulta de si sentía que ‘La noche de la usina’ -novela ganadora del Premio Alfaguara 2016– era una historia que juega como metáfora de los hechos sucedidos en el ámbito político, económico y social en la Argentina de inicios del siglo XXI.
‘La noche de la usina’ está ambientada en un pueblo perdido de la provincia de Buenos Aires, que está a punto de extinguirse, durante la crisis económica que desembocó en el ‘corralito’ bancario del 2001.
En este contexto se cuenta la historia de un grupo de hombres que se propone reunir la suma de dinero necesaria para adquirir unos silos abandonados en un predio agroindustrial.
Antes de que puedan iniciar el proyecto, estos individuos son estafados. Esto los hace tocar fondo y reaccionar frente a este acto de injusticia.
Durante la conversación que Sacheri mantuvo ayer con medios locales e internacionales, el autor dijo que a él le gustan las historias de las personas comunes.
“Es probable que las personas comunes seamos habitualmente las olvidadas. Hilando más fino, casi todos nosotros somos siempre los derrotados, empezando por la derrota de la muerte, si nos queremos poner trágicos”, respondió.
A esos olvidados y perdedores son los que el autor de ‘La pregunta de sus ojos’ (en la que se basó la oscarizada ‘El secreto de sus ojos’) da la voz en su nueva novela.
Una obra que el jurado, presidido por la escritora española Carmen Riera, calificó como una novela coral, ágil y emotiva, con elementos de thriller y de western.
Sacheri añadió que la idea de justicia a la cual se enfrentan sus personajes, en la realidad, es una utopía necesaria. “Los valores colectivos no por frágiles, fugaces y casi inexistentes son menos necesarios.
Seríamos mucho peores como personas, si somos incapaces de establecer valores, independientemente de nuestra falta de constancia colectiva para conseguirlos”.
Con esta distinción, Eduardo Sacheri se convirtió en el sexto narrador argentino en ganar el Premio Alfaguara de Novela. Antes lo habían obtenido Tomás Eloy Martínez, Gabriela Montes y Ema Wolf (en conjunto), Andrés Neuman y Leopoldo Brizuela.