La edad importa al momento de conocer la flora en San José de Payamino

La comunidad de San José de Payamino está inserta en la selva amazónica. Foto: Archivo/EL COMERCIO

La comunidad de San José de Payamino está inserta en la selva amazónica. Foto: Archivo/EL COMERCIO

La comunidad de San José de Payamino está inserta en la selva amazónica. Foto: Archivo/EL COMERCIO

Mientras más viejos, más sabios. Así reza un dicho popular que, al parecer, es comprobable en el momento de analizar el etnoconocimiento de las plantas medicinales que tienen las personas de la comunidad de San José de Payamino, en la Amazonía ecuatoriana.

Una investigación publicada recientemente en la revista Ethnobiology Letters, bajo el nombre ‘Relative Importance and Knowledge Distribution of Medicinal Plants in a Kichwa Community in the Ecuadorian Amazon’, mostró cómo la edad es un determinante para conocer ampliamente el uso adecuado de plantas medicinales entre los miembros de esta comunidad, cuyas tierras se encuentran en Orellana.

En un primer acercamiento, los investigadores quisieron establecer la relación entre género y etnomedicina. Para ello se entrevistó a 18 hombres y 18 mujeres de San José de Payamino, una comunidad conformada por 300 personas aproximadamente.

Dentro del grupo seleccionado también se escogió a quienes, dentro de la comunidad, se los identifica como chamanes o curanderos. Ellos, para sus pares, son una suerte de depositarios de los saberes ancestrales que se han transmitido por generaciones.

Luego de separar la infor­mación por edades, sexo y tipo de tratamientos, los investigadores encontraron que ser hombre o mujer no es un determinante para conocer a cabalidad las propiedades de una planta. Del otro lado, quienes eran más adultos sí poseían amplios conocimientos etnomedicinales, por lo cual reportaban mayores y precisos beneficios de las especies.

La investigación fue desarrollada por dos investigadores del Alma College (Estados Unidos) y del Instituto Nacional de Biodiversidad (Ecuador). A lo largo del trabajo de campo se determinaron 10 categorías bajo las cuales se realizan tratamientos etnomedicinales, a saber: heridas, malaire, infecciones, tumores, etc.

Para cada uno de estos malestares, la gente de la localidad ha determinado las plantas más efectivas. Por ejemplo, la Tradescantia zanonia o caña de Cristo es utilizada para el tratamiento de heridas; o la Uncaria guianensis o uña de gato sirve para aliviar dolores.

En sus conclusiones, los ­investigadores recomiendan que se trabaje sobre cómo el uso de estas plantas influye en el manejo y distribución de recursos forestales. Paralelamente, se sugiere que se analice cómo estos conocimientos se encuentran protegidos dentro del sistema cultural.

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