La Reserva de Bosque Seco de Loja forma parte de este proyecto binacional. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Ecuador y Perú presentaron en esta semana la Reserva de Biosfera Transfronteriza Bosques de Paz, una iniciativa con la cual se establece una zona de conservación en la cual se gestionarán acciones conjuntas entre ambos países.
Según información proporcionada por el MAE, “la elaboración del expediente técnico, para alcanzar el reconocimiento como Reserva de Biosfera Transfronteriza por parte de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), estuvo a cargo de la Coordinación 7 del Ministerio del Ambiente de Ecuador y del Servicio Nacional de Áreas Protegidas del Ministerio de Ambiente de Perú”.
Antes de su presentación, el ministro del Ambiente de Ecuador, Tarsicio Granizo, conversó con EL COMERCIO para señalar cuál es la relevancia del proyecto de conservación.
¿Cuál es la importancia de este proyecto para las dos naciones?
Recordemos que esta es una reserva de biósfera. Es una categoría internacional de manejo que tiene tres componentes: de conservación, de desarrollo económico y uno de investigación. La importancia es que es la primera de su tipo en América del Sur, y solo hay 17 en el mundo de carácter binacionales.
¿Qué responsabilidades asumieron los países al momento de firmar este acuerdo?
Las responsabilidades son que los países se comprometen a realizar un desarrollo sostenible en el área, bajo un monitoreo de la Unesco. Se tiene que cumplir con normas en las que las actividades humanas deben ser sostenibles. Es una reserva que tiene un tamaño de 1 600 000 hectáreas, de las cuales 500 000 en territorio ecuatoriano.
Esta zona también funcionará como corredor biológico. En ese sentido, ¿cómo se protegerá a la fauna local?
Los bosques secos son ecosistemas que no están tan adecuadamente reconocidos en nuestro Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Hay muy pocos ejemplos donde se protegen bosques secos; una de ellas es Arenillas. Pero esta reserva de la biósfera va a ayudar a proteger la flora y fauna locales. Muestra de ello es el florecimiento de los guayacanes, que son propios de la zona y que ahora están protegidos.
Justamente sobre los guayacanes, ¿cómo se protegerá a la zona frente al turismo estacionario?
La actividad turística debe ser promovida, pero con control. Son áreas importantísimas para el turismo tanto de Ecuador y Perú, por lo cual hay que cuidar su sostenibilidad.
¿En qué nos ayuda la creación de esta reserva en materia de investigación?
Las universidades Estatal de Loja y Particular de Loja han hecho ya investigaciones en la zona. Pero el hecho de ser una reserva de biosfera nos ayuda a obtener recursos para varias actividades, entre estas la investigación. Hay que recordar que el MAE promueve actualmente la bioeconomía. Aquí, por ejemplo, hay proyectos de extracción de palosanto que ya se desarrollan con las comunidades de la localidad.