Escudo Nacional de la República del Ecuador. Foto: Archivo / EL COMERCIO.
Con la publicación de ‘El escudo de armas del Ecuador y el proyecto nacional’, el historiador e investigador ecuatoriano Rex Sosa trae nuevamente a colación el debate sobre este símbolo patrio y su papel en la sociedad. Mientras él habla de la necesidad de estudiar a fondo el emblema patrio, otros aseguran que es necesaria una revisión de sus contenidos.
Casi dos siglos tomó la construcción del Escudo Nacional como lo conocemos hoy (las primeras representaciones se dieron en 1820 y la última modificación fue en el 2003). En su diseño han confluido las distintas formas de pensar el Estado.
Para el historiador y especialista en heráldica Wilson Acevedo, con la aparición de la Estrella de Octubre, catalogada como el primer Escudo ecuatoriano según el investigador guayaquileño Eduardo Estrada Guzmán, las ideologías del momento encontraron una forma de posicionarse en la población.
A su criterio, hasta antes de la República el Escudo sirvió como placebo para quienes no estaban relacionados directamente con el poder. “Se adoctrinó a la población bajo los ideales de los militares”, dice.
La muestra de esto sería que tres escudos adoptaron los fasces (unión de 30 varas atadas, que representan el poder militar) como elemento central del emblema.
Con la aparición de la República del Ecuador, en 1830, el poder de turno dejó otra huella en el emblema nacional. Según Acevedo, con el propósito de dar forma a la identidad ecuatoriana, el sol aparece como un elemento destacado dentro la propuesta gráfica. Así, para el historiador, los políticos se encargaban de establecer un lazo amistoso con los indígenas, quienes en esa época empezaban a conformarse como un movimiento con fuerza propia.
Un tercer momento en la configuración del Escudo acaece tras la Revolución Marcista de 1845. En un intento de separar a los militares extranjeros del poder, los revolucionarios intentan representar la unidad. Para la historiadora Paola Brito, profesora asociada de la Universidad Católica, el mestizaje cultural e ideológico logra su culmen en los escudos de 1845, 1900 y 2003. Estos cuentan con elementos como el Chimborazo o el buque Guayas los cuales proyectan el concepto de unidad nacional.
A pesar de que han pasado 11 años de la última actualización del Escudo de Armas del Ecuador, varios historiadores encuentran errores en la última versión. Estrada Guzmán afirma que el dibujo tricolor del buque es una falta histórica. Sin embargo, investigadores como Sosa opinan que corregir esto es innecesario ya que los ecuatorianos aún desconocen la verdadera función de este símbolo patrio.