Una foto de la especie Magnolia llanganatensis descubierta en los Llanganates. Foto: cortesía David Neill
Científicos de la Universidad Estatal Amazónica (UEA) y de la Fundación Ecominga descubrieron dos especies de plantas del género magnolia.
Este grupo de árboles es uno de los antepasados más antiguos de las plantas con flor (angiospermas). Son fósiles vivientes que colonizaron la Tierra en la era de los dinosaurios, hace 70 millones de años.
Los árboles miden entre 11 y 27 metros de altura.
Tienen flores grandes que pueden alcanzar los 30 cm de ancho y algunas tienen hasta 50 pétalos, aunque el número varía entre especies e individuos.
¿Por qué tantos pétalos? Las primeras flores evolucionaron de una especie de piñas características de las plantas de la época del Cretácico. Así lo explicó David Neill, uno de los investigadores del estudio.
El descubrimiento de especies de magnolia es esencial para estudiar el origen y la evolución de las plantas con flor. En el mundo existen alrededor de 170 especies de este género.
En la última década, se ha descubierto un gran número de especies neotropicales. Ahora las magnolias que se encuentran en el Nuevo Mundo han aumentado de un tercio a casi la mitad de todos los especímenes a escala mundial.
“Hace dos años se conocían apenas cinco especies de magnolia en Ecuador; ahora son 23”, cuenta Neill. Agrega que esta es una demostración de las pocas investigaciones que se han realizado del género.
El Ecuador es el país neotropical con más especímenes por área. En especial la región de Zamora Chinchipe, la cual alberga nueve especies por cada 10 000 km².
El descubrimiento de los dos nuevos árboles fue inesperado. Los científicos habían encontrado las flores de los especímenes durante un muestreo en la Cordillera de los Llanganates, en el 2014. Las archivaron, guardando su secreto en el herbario de la UEA.
Meses más tarde, el botánico mexicano Antonio Vázquez las identificó como dos nuevas especies de plantas únicas en el mundo. A la primera, los científicos la llamaron Magnolia vargasiana, nombrada en honor al rector de la UEA, Julio César Vargas. Las segunda recibió el nombre del lugar donde la encontraron: Magnolia llanganatensis.
Magnolia vargasiana tiene hojas más puntiagudas que la llanganatensis. Esta última, publicada recientemente como nueva especie, tiene frutos rojos, su flor mide 3 centímetros y posee seis pétalos.
Las dos especies son endémicas de un área limitada de la cordillera central de los Llanganates. Es decir, no se encuentran en ninguna otra parte del mundo.
Ambas habitan dentro de un área protegida por la Fundación Ecominga, por lo que según Neill no presentan ninguna amenaza, al contrario de otras especies. Un estudio -realizado por Vázquez y sus colegas- afirma que un 26% de las magnolias del neotrópico se encuentra amenazado de extinción, según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación (UICN).
El género magnolia es de origen norteamericano. Este migró a Europa, Asia y Sudamérica. Después de miles de años se extinguió en Europa, dejando solo restos fósiles de su existencia. Actualmente, debido a la degradación del hábitat, muchas especies de estos fósiles vivientes ya no existen en estado natural .
En Asia y América, este grupo de árboles tiene una importancia económica y cultural. Su madera es cotizada por ser dura. Muchas especies
se siembran con fines ornamentales. Otras se utilizan para la industria farmacéutica y la de perfumes.