El pueblo de Durán salió a despedir a Sharon, su diva

El Coliseo Luis A. Raffo se llenó de fanáticos, amigos y familiares de la artista. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

El Coliseo Luis A. Raffo se llenó de fanáticos, amigos y familiares de la artista. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

Cientos de personas formaron parte del cortejo fúnebre de Sharon. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

En un ambiente festivo con la tecnocumbia de Sharon sonando desde el altoparlante de un vehículo el pueblo de Durán salió a las veredas y balcones a ver pasar la multitudinaria despedida a la diva.

Decenas de personas y motococlistas se sumaban al cortejo, que recorrió, por cerca de una hora y media, las calles céntricas del cantó ferroviario hasta el Cementerio Parque de la Paz.

Al grito de "queremos justicia, queremos justicia"; "Durán está con Sharon" o "la reina de Durán"; los entusiastas seguidores exaltaron la figura de la artista.

El cortejo partió desde el Coliseo Luis A. Raffo a las 11:26, con retraso, debido a la multitud que se aglomeró en los exteriores del escenario deportivo. Unas 1 200 personas -la capacidad del Coliseo- asistieron a la misa de cuerpo presente que tomó solo 20 minutos.

Aunque se había anunciado para la mañana un homenaje artístico al final los familiares solo permitieron que la cantante María Casanova entonara Amor eterno, de Rocío Dúrcal.

Casanova cantaría luego a coro con otros artistas canciones como Vasija de barro y La canción de los Andes, previo a la salida del ataúd del escenario deportivo.

Cientos de flores fueron repartidas entre los deudos y los asistentes que llenaron los graderíos. Mientras los familiares de Sharon 'La Hechicera' abrieron el féretro para tener un último momento íntimo con la artista.

El Coliseo Luis A. Raffo se llenó de fanáticos, amigos y familiares de la artista. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

Afuera una centena de policías contenía a los cientos de seguidores que pugnaban por entrar al Coliseo. Allí también sonaba tecnocumbia, pero desde los parlantes de los vendedores ambulantes que vendían los discos de la diva a USD 1

El cuerpo salió con las notas de la canción Corazón herido, que sonaría una y otra vez a lo largo del camino hasta el campo santo.

Unos minutos antes de la llegada del cortejo el cementerio ya estaba lleno de seguidores para darle el último adiós a la diva del Ecuador. Y el cielo amenazaba con aguacero.

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