Imagen referencial. A escala global, más de 112 millones de donaciones de sangre se realizan cada año en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Foto: https://media.defense.gov
A nivel mundial, cada 14 de junio se conmemora el Día del Donante de Sangre. La fecha fue instaurada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) conicidiendo con el natalicio de Karl Landsteiner, patólogo y Premio Nobel de Medicina por el descubrimiento y tipificación de los grupos sanguíneos, un conocimiento clave para la donación.
A escala global, más de 112 millones de donaciones de sangre se realizan cada año en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud. El 47% de estas donaciones corresponden a países de ingresos altos y este porcentaje representa menos de un 19% de la población total.
El porcentaje óptimo de donación en la población es de un mínimo de 2%, según la OMS. Sin embargo, en Ecuador esta cifra alcanza únicamente el 1,4%. Por esta razón, resulta fundamental aclarar algunos de los mitos que giran en torno a esta práctica.
‘Donar sangre es doloroso’
En realidad, lo único que siente el donante es el pinchazo de la aguja en la vena, como en cualquier extracción de muestras de sangre. La succión que aplica el sistema es imperceptible a las terminaciones nerviosas del ser humano. En la mayoría de los casos, además, al usuario se le administra un anestésico local previo a la introducción de la aguja, según menciona en un documento el Hospital de la Universidad Nacional de Singapur.
‘Si tengo tatuajes, no puedo donar’
El hecho de tener tatuajes o piercings en el cuerpo no impide ser apto para la donación de sangre. Eso sí, según menciona el diario británico Mirror, el donante debe esperar al menos cuatro meses después de haberse realizado un tatuaje o perforación.
‘Se puede contraer VIH u otras enfermedades’
Según la Cruz Roja Ecuatoriana, los estándares de higiene y esterilización de los bancos de sangre en Ecuador se acoplan a las normas internacionales. El equipo utilizado es, además, administrado una sola vez por cada donante lo que evita que se contagien enfermedades como el VIH.
‘Si tuve hepatitis en algún punto de mi vida, no puedo donar’
Esta afirmación es relativa, pues se debe diferenciar el tipo de hepatitis por la cual el paciente pasó. Si es el caso de un cuadro de hepatitis tipo A, la persona puede donar sin ningún problema. Sin embargo, con hepatitis de tipo B o C, el donante queda descartado.
‘No puedo donar si estoy tomando medicación’
La mayoría de personas que toman medicaciones son elegibles para donar sangre, asegura el Comité Internacional de la Cruz Roja, aunque lo recomendable es informar al personal médico antes de iniciar la extracción de sangre.
En caso de antibióticos, las razones de la ingesta de estos medicamentos deben ser evaluadas por el personal médico previo a la donación. En la mayoría de casos, el donante es elegible si tomó su última pastilla el día anterior a la fecha en que se acerca a los puestos de donación. En caso de antibióticos por inyección, el periodo aumenta a 10 días.
En el caso de que el donante utilice insulina por problemas diabéticos, no es elegible. Por otro lado, medicamentos como la aspirina no tienen ninguna restricción; de igual manera ocurre con los anticonceptivos.
Con ciertas vacunas, se debe esperar un periodo de tiempo definido para poder donar sangre. En el caso de tétanos, influenza o meningitis, no hay tiempo de espera; se puede donar de inmediato. Sin embargo, en el caso de rubéola, sarampión y varicela, se debe esperar cuatro semanas. Con la inmunización por hepatitis B, se debe esperar por un periodo de 21 días.
‘Donar sangre engorda’
Hasta ahora, no existe ningún estudio científico que afirme que donar sangre tiene efectos en la subida de peso de una persona. De igual manera, no hay indicios de que la donación de sangre produzca pérdida de peso.