El 'dogging', una inusual práctica sexual en crecimiento

La relación olor-sexo está estrechamente ligada según el neurólogo y psiquiatra Alan Hirsch. Foto: EL COMERCIO

La relación olor-sexo está estrechamente ligada según el neurólogo y psiquiatra Alan Hirsch. Foto: EL COMERCIO

En los parques y otros lugares públicos de Cali la práctica se ha vuelto común. Así lo indican las pruebas -empaques de condones y lubricantes- que dejan u olvidan los apasionados amantes.

Los vigilantes de ciertas zonas, como el parque El Ingeniero ubicado en el sur de la ciudad colombiana, son testigos de que el número de adeptos al ‘dogging’ ha ido en aumento. Así lo registra una publicación de El Tiempo.

El ‘dogging’ o ‘cancaneo’ hace referencia a los encuentros sexuales con desconocidos que se realizan en lugares públicos y que tiene testigos- voluntarios o casuales- de por medio. En la comunidad GLBTI adquiere el nombre de ‘cruising’.

Esta tendencia nació en Inglaterra y fue popular en los años setenta. Los participantes, al igual que ocurre con los swingers, deben seguir y respetar reglas muy específicas para poder ser parte de la comunidad y de las actividades sexuales que se organizan.

Aunque en Calí el ‘dogging’ se lleva a cabo sobre todo en parques, los autos también son escenarios predilectos para esta inusual práctica sexual. Por lo general, el dejar las luces intermitentes externas es un indicio de que en el vehículo ‘hay acción’.

Los adeptos al ‘cancaneo’ utilizan además otras señales para comunicar a los interesados acerca de las características del encuentro sexual. Si se enciende la luz interna esto se entiende como una invitación para que quienes pasan junto al coche sean testigos del momento de placer.

Por otra parte, el dejar las ventas y puertas entreabiertas se traduce como una invitación para que otros participantes se acerquen y se sientan libres de tocar. Finalmente el dejar al menos una de las puertas totalmente abierta es una clara invitación a ser parte en un trío u orgía.

El crecimiento de esta práctica se ha visto influencia por los elementos tecnológicos ya que los ‘puntos de encuentro’ son los foros en Internet. Asimismo existen aplicaciones y grupos en redes sociales dedicados a esta actividad.

Existe por ejemplo el sitio web Dogging España que acoge a más de 300 000 usuarios aficionados al ‘cancaneo’ en el país ibérico. En Ecuador funciona un portal de similares características que permite a los interesados registrarse e ingresar a salas de chat para conocer a posibles parejas y organizar encuentros.

El psicólogo Julián Rodas, de la Universidad de Santiago de Calí- consultado por el Tiempo, mencionó que el ‘dogging’ es un “tipo de fetichismo, donde prima en las personas la excitación ligada al hecho de ser descubiertos”.

En el ámbito legal, en Colombia realizar cualquier tipo de acto sexual en lugares públicos está prohibido según el Código de la Policía, mientras que en Ecuador está tipificado como una contravención. En este sentido, quienes coordinan las citas de ‘dogging’ tienen normas y recomendaciones para cada grupo para evitar que sean sancionados.

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