Las mujeres de Nautec, parte del ensamble coral del Municipio de Riobamba, cantaron para el documental. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO.
La cotidianidad de las mujeres que forman parte del ensamble coral Voces Kichwa, del Municipio de Riobamba, se documenta en un cortometraje que se proyectará la próxima semana en esa urbe.
El filme busca posesionar el proyecto artístico como uno de los proyectos emblemáticos del país y contar las historias de las mujeres de diversas comunidades y religiones que se unieron para cantarle a Dios, a la Pachamama y a otros elementos de la naturaleza, hace casi dos años.
Las sesiones de grabación se hacen en las comunidades de las parroquias rurales de Riobamba. Son alrededor de 150 mujeres, oriundas de 19 poblados indígenas de esa urbe.
“En este documental queremos recoger las historias de las mujeres, y contar cómo nació y evolucionó este proyecto que ha logrado elevar la autoestima de las mujeres y mostrar una parte de nuestra cultura”, cuenta José Parco, director de Interculturalidad del Cabildo.
Las grabaciones se realizan desde junio pasado y el video se publicará en las redes sociales. El documental, además, se proyectará en la Asociación de Municipalidades del Ecuador y concursará como proyecto emblemático del año.
“Nos preparamos mucho para esta filmación, nunca nos habían grabado antes, teníamos vergüenza. Pero ahora somos más seguras y estamos felices de compartir nuestro talento”, contó Juana Tenelema, parte del coro de Nautec.
Unas 15 mujeres de esa comunidad alistaron su uniforme favorito, un anaco negro con un rebozo de lana de borrego, para la filmación.
Ellas fueron entrevistadas y luego cantaron ‘Ñuca Sarita’, una de las canciones preferidas del repertorio, que habla sobre el agradecimiento por la vida y la cosecha.
“Los pueblos indígenas siempre han sido espirituales. En nuestra cultura siempre se ha agradecido a un ser superior por todo lo que hay en el campo. Con la aparición de las religiones en la época colonial, esa espiritualidad se enfocó a Dios”, cuenta Parco.
La unión de coros de varias religiones es uno de los logros que se alcanzó con el proyecto Voces Kichwa. Hay mujeres evangélicas, cristianas y católicas en la agrupación, por lo que se consideró como uno de los principales ejes que mostrará el documental.
Otro logro fue elevar el nivel profesional de las coristas. Ellas se capacitaron con el maestro de canto Andrés Campos, quien además les dirige en cada participación.
“Ha sido un proceso de aprendizaje continuo, no solo para ellas, sino para mí también. Siempre disfruté de la música andina, pero no había tenido un acercamiento tan cercano, y lo he disfrutado mucho”, cuenta Campos.
El Coro se integró en noviembre del 2016 como parte de un homenaje que se preparaba para la ciudad en su independencia, pero la experiencia fue tan exitosa que el Cabildo resolvió convertirla en una agrupación permanente.
“No tenemos muchos recursos. Ellas no reciben ninguna paga por su participación en la agrupación , es voluntario, pero nuestra contraparte es capacitarlas y coordinar la logística para sus presentaciones”, cuenta Parco.
Uno de los logros más recientes de la agrupación fue su primera presentación en Quito. El grupo, acompañado por la Orquesta Sinfónica de Riobamba, copó el ágora de la Casa de la Cultura de Pichincha.
En su presentación las mujeres explicaron el origen de sus cantos, los significados de las canciones, y lo dedicaron a los migrantes de las comunidades de Chimborazo que ahora radican en las grandes ciudades.
“Nunca nos imaginamos que podíamos cantar en un escenario como ese y en compañía de los músicos profesionales del Municipio de Riobamba. Después de la presentación varias lloramos recordando esa experiencia”, dice Tenelema.
Ahora, entre los planes del grupo está la grabación de un CD con sus mejores canciones y en el futuro, una gira por varias ciudades del país.
Entre tanto, las mujeres continúan con su preparación en sus comunidades. Cada coro ensaya por separado, debido a la dificultad para movilizarse a la ciudad desde los sitios más alejados, que no cuentan con transporte público.
“Queremos que a través de este video la gente conozca quiénes somos y que aquí, en las comunidades, cuando no estamos trabajando en el campo o cuidando a los animales, cantamos”, dice Juan Pablo Pilamunga, presidente de la comunidad Nautec.