Luz verde Al dióxido de azufre en el Perú

El dióxido de azufre (SO2) es un gas generalmente liberado durante erupciones volcánicas. Hay mayores concentraciones en las zonas industriales. Foto: Archivo / EL COMERCIO

El dióxido de azufre (SO2) es un gas generalmente liberado durante erupciones volcánicas. Hay mayores concentraciones en las zonas industriales. Foto: Archivo / EL COMERCIO

El dióxido de azufre (SO2) es un gas generalmente liberado durante erupciones volcánicas. Hay mayores concentraciones en las zonas industriales. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Mientras en el mundo se promueve el control de la contaminación ambiental, una propuesta de cambio en los estándares de calidad en Perú ha generado debate no solo en el país vecino sino a escala global.

Antes del feriado de Semana Santa, el Ministerio del Ambiente de ese país hizo pública la iniciativa que incluye el aumento en los límites de concentración permitidos de dióxido de azufre en el aire.

Los valores pasarían de 20 microgramos por metro cúbico (ug/m3) en un período de 24 horas a 250 ug/m3, es decir, más de 12 veces más que el valor permitido en la actualidad.

Ana Cederstav, codirectora de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA), explica que esto representa un retroceso no solo para la preservación del ambiente sino también para la salud de las personas.

El dióxido de azufre (SO2) es un gas incoloro, comúnmente liberado durante erupciones volcánicas. Es generado también por la quema de combustibles fósiles -como el carbón y petróleo- y en áreas urbanas por las termoeléctricas, las industrias y el tráfico vehicular.

Según Cederstav, esta medida responde a un caso puntual en ese país: el complejo metalúrgico de La Oroya. La refinería cerró en el 2009 y ahora se buscan nuevos compradores.

La contaminación en esta ciudad ha sido un problema que se ha presentado incluso ante las cortes internacionales.

Christian Huaylinos, aboga­do de la Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh), explica que La Oroya es una de las zonas que tiene plazo hasta el 2030 para cumplir con los parámetros de SO2. Con el cambio en la legislación, facilitaría que alcancen la meta y que esta industria consiga ­nuevos compradores.

El nivel sugerido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 20ug/m3 en un lapso de 24 horas. Pero según las justificaciones de la entidad peruana, no hay “un umbral claramente definido” para determinar los efectos en la salud, en períodos largos.

En la propuesta también se explica que “el valor actual limita las posibilidades de desarrollo del país”, y se busca equiparar sus límites con los de otros de la región. Según Cederstav, a diferencia de Perú, otros países cuentan con reglamentos para controlar las emisiones por hora.

En el país, la Norma Ecuatoriana de la Calidad del Aire (NECA) establece que el límite de SO2 en un promedio para 24 horas de exposición es de 125 ug/m3. Hay un límite máximo para la exposición de corta duración de SO2 de 500 ug/m3en 10 minutos, igual que la guía de la OMS.

María del Carmen Cazorla, PhD en Meteorología y directora de la Estación de Medi­ciones Atmosféricas USFQ, explica que la tendencia global, respecto de la salud pública es tratar de acercarse a las guías de la OMS.

Tener un límite para la concentración en períodos cortos -dice- es más realista que la medición de 24 horas. Es posible que dentro del resultado por día haya picos muy altos, con riesgos para la salud que no se están evidenciando.

Según el último informe de la Secretaría de Ambiente del Distrito, en Quito los niveles diarios están incluso cerca de la guía de la OMS. Solo Los Chillos superó el techo.

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