Las dificultades de movilizar animales

La doctora veterinaria Lucy Tulcanaza intenta subirse a un bus con su perra. Foto: Vicente Costales EL COMERCIO

La doctora veterinaria Lucy Tulcanaza intenta subirse a un bus con su perra. Foto: Vicente Costales EL COMERCIO

La doctora veterinaria Lucy Tulcanaza intenta subirse a un bus con su perra. Foto: Vicente Costales EL COMERCIO

Un turista en Moscú se puede encontrar con una escena peculiar en las unidades del Metro: los perros callejeros suben y bajan sin problema. Incluso se habla de que han logrado aprender el funcionamiento de este medio de transporte para llegar a un destino. Pero en otras ciudades la situación es distinta.

En los medios de transporte no siempre se permite el acceso de animales de compañía, menos callejeros. En Quito hay reglas para su traslado en el sistema de transporte público. 
En el art. 32 de la Ordenanza 048 se explica que “los conductores de transporte público o privado podrán prohibir el traslado de animales de compañía si creen que puede ocasionar molestias”. 


En unidades de buses y taxis hay señales que indican la prohibición de consumir alimentos, fumar, llevar armas o subir con mascotas. En otras hay símbolos distintos. Uno de ellos es para mostrar que los animales no pueden hacer sus necesidades dentro de la unidad.

Y hay buses y taxis en los que sus conductores dicen que está prohibido. 
Por esta razón para los propietarios hay problemas a la hora de movilizarlos. “En los taxis no les gusta llevarte con el perro”, dice Andrea Velasco. Cuando su schnauzer enfermó fue difícil movilizarlo al veterinario. “Temen que vomite y se ensucie el carro”. 


Otro lío para los operadores del servicio son las deyecciones. Carlos Peñafiel, dueño de un bus de la Cooperativa Nacional, contó que una vez subió una persona con su perro. Luego los usuarios le reclamaron porque se había ensuciado y el dueño ya se había bajado. Pero reconoce que hay gente responsable que limpia cuando ensucian. “Si son pequeños los llevan en cajas o en mochilas”, dice. 


La Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros de Quito permite el traslado de animales en los corredores, si cumplen con los requisitos. Carolina Escudero opina que en las unidades debería existir un espacio destinado a personas que van con sus mascotas.

Le preocupa la cantidad de pasajeros. “Cuando se llenan los buses no se podría subir o el perro puede estresarse”. 
Los perros guía de personas con discapacidad pueden ingresar a las unidades. Deben ir identificados y contar con un documento que certifique su adiestramiento y sociabilidad. 


Isabel Paredes, veterinaria de Urbanimal, explica que también hay que mantener la seguridad de los animales cuando se trasladan en vehículos privados. No deben viajar en el asiento del copiloto y menos aún del conductor.

Mascotas

El tamaño del animal es importante. Un perro muy grande puede incomodar y asustar a algunos pasajeros.

Bozal, collar y traílla  son indispensables. Es una medida de seguridad para evitar accidentes y pérdidas.

Las vacunas deben  estar al día. El propietario debe viajar con el carné de su mascota en todo momento.

Jaulas o caniles son  ideales para el traslado. Para los animales son refugios y evitan que se estresen.

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