La dieta que conviene al adulto mayor

notitle

notitle

La mala alimentación en las personas de la tercera edad puede causar desde anemias hasta diabetes.

Por esta causa, pasados los 65 años de edad, especialistas en nutrición y geriatría recomiendan tener más cuidados en la dieta. El nutricionista Mauricio Chacón aconseja como primer paso practicarse una valoración médica con un especialista.

Un adulto joven necesita consumir al día entre 1 800 a 2 000 calorías. Chacón explica que este rango disminuye en la tercera edad y debe colocarse entre 1 400 y 1600 calorías.

La razón obedece a que en esta etapa de las personas el gasto energético es menor porque se reduce la actividad física.

“La alimentación se necesita más para mantener las funciones vitales”, dice.

Patricio Buendía Gómez, médico geriatra, señala que lo importante es tener hábitos de vida saludables que combinen el ejercicio y la parte nutricional.

Buendía afirma que es necesario que el adulto mayor divida en cinco veces al día su alimentación: desayuno, refrigerio, almuerzo, refrigerio y la cena.

La dieta debe contener de 50 a 60% de carbohidratos, de 20 a 30% de grasas y 10 a 15% de proteínas.

Chacón añade que es necesario que un adulto mayor consuma fibra. Esta previene problemas de estreñimiento, un mal común en la tercera edad. “La fibra limpia el intestino. Tiende a reducir los niveles de colesterol y evita que el azúcar de los alimentos pasen de manera directa al torrente sanguíneo”.

La fibra se encuentra en la cáscara de las frutas y en los vegetales.

Después de los 65 años, los requerimientos más altos del cuerpo son el hierro, calcio y fósforo. Ambos especialistas coinciden en que estos nutrientes se cubren en la dieta (ver pirámide).

Los adultos mayores en general pueden consumir todo tipo de alimento. Todo dependerá de la tolerancia de la persona.

En esta etapa si se permite cambiar la consistencia de los alimentos, desde licuarlos, ablandarlos hasta triturarlos.

Chacón recomienda controlar el consumo de grasas o frituras, también los productos embutidos y enlatados. Estos pueden desencadenar intolerancias.

La ingesta de líquidos se debe tener muy en cuenta, porque el adulto mayor pierde el mecanismo de la sed.

Por eso tiene problemas frecuentes de deshidratación. Los dos médicos señalan que se deben beber seis vasos de agua al día.

Para Buendía, se debe evitar la automedicación de suplementos como vitaminas, porque a esa edad no le sirven de mucho al organismo. La tercera edad es una etapa crítica en el hombre por sus cambios físicos y fisiológicos. Si no se prepara una dieta controlada puede generar problemas de salud. “El cuerpo es más vulnerable y susceptible a enfermedades”.

Suplementos digitales