Del continente llegaron fanáticos del Chespirito, vestidos como los personajes del show. Foto: EFE
Con disfraces de los emblemáticos personajes de Roberto Gómez Bolaños ‘Chespirito’, decenas de miles de mexicanos acudieron ayer (30 de noviembre de 2014) al monumental estadio Azteca de la capital para agradecer a su ídolo de infancia por cuatro décadas de risas.
El féretro con los restos mortales de Gómez Bolaños, fallecido el viernes, llegó al estadio poco después del mediodía luego de un recorrido de unas dos horas por avenidas de Ciudad de México llenas de admiradores que le ovacionaron.
El ataúd, protegido en una vitrina de cristal, fue trasladado en una carroza roja en la que estuvo flanqueado por figuras del ‘Chavo del Ocho’, acompañado del barril en el que dormía, y del ‘Chapulín Colorado’.
En otro vehículo del cortejo, que avanzó resguardado por motos de la Policía, viajaba su viuda, Florinda Meza, que hacía gestos de agradecimiento por el cariño popular.
En el estadio aguardaban decenas de miles de niños y adultos, muchos de ellos con las clásicas antenas amarillas y rojas del ‘Chapulín Colorado’, otros con la camiseta y el corazón amarillo de este torpe y bienintencionado superhéroe o con la característica gorra y tirantes del ‘Chavo del Ocho’.
Participar de esta despedida “es una forma de agradecer a Chespirito por todos estos años que nos hizo reír”, dijo Eduardo de la Borbolla, luciendo un gorro rojo con el símbolo del ‘Chapulín Colorado’.
“Era como un hermano, como un tío, como un padre… Por eso venimos aquí para despedirnos de él”, coincidía Esteban Chávez mientras se formaba en la entrada del colosal estadio, que puede albergar a más de 105 000 personas.
México y América Latina afrontan la dolorosa despedida de uno de sus comediantes más queridos, fallecido por motivos aún no especificados en su vivienda del balneario caribeño de Cancún, donde se trataba de sus problemas respiratorios.
Las series de Gómez Bolaños marcaron la infancia de millones de niños y sus ingeniosas frases como “fue sin querer queriendo” o “no contaban con mi astucia” forman parte del imaginario colectivo de la región.
Chespirito “vivirá con todas las generaciones de Latinoamérica”, dijo David Guerrero, quien llegó a las cuatro de la madrugada al estadio junto a su hijo de 11 años para asegurarse un lugar en el homenaje.
Misa masiva
Mientras esperaban a su ídolo, en el estadio se seguía el recorrido de la carroza en las pantallas gigantes. Una gran cruz de madera fue colocada entre dos enormes fotografías de Gómez Bolaños en un escenario gigante en medio de la cancha, donde Chespirito dirigió y protagonizó la película ‘El Chanfle’ (1979), en la que interpreta a un utilero del América que soñaba con ser goleador del equipo.
“Era un genio”
El féretro con los restos de Gómez Bolaños llegó al estadio desde los estudios de Televisa en el barrio capitalino de San Ángel (sur), donde la noche del sábado fueron velados.
Centenares de compañeros y personalidades mexicanas acompañaron a la familia del actor en una misa privada en los estudios de Televisa, la mayor cadena de habla hispana a la que Chespirito dio audiencias televisivas récord desde inicios de la década de los setenta.
Estuvieron presentes Florinda Meza y sus seis hijos, además de actores del ‘Chavo del ocho’ como Édgar Vivar y Carlos Villagrán, quien acabó manteniendo una amarga disputa con Chespirito. “Se ha ido un genio, un maestro. Han pasado muchas cosas pero ninguna mala, cada quien con su trabajo (…). Le debo todo lo que sé, soy un eterno agradecido. Lo quiero mucho”, dijo Villagrán.