El terremoto de Nepal (7,8 grados), que ocurrió el pasado 25 de abril del 2015, cobró 8 898 vidas y dejó sin techo a más de 500 000 personas. Foto: EFE
Terremotos, inundaciones, huracanes, ciclones, tifones y tornados han dejado a su paso más de 23 000 muertos y un gasto por daños de USD 90 billones, en el 2015, a escala mundial, según la aseguradora alemana Munich Re.
Sin embargo- añade el informe- ha sido el año con menores pérdidas económicas desde el 2009. Por ejemplo, solo en el 2014, las catástrofes naturales ascendieron a USD 110 billones.
Por otra parte, del costo total registrado en el 2015, USD 27 billones fueron cubiertos por las aseguradoras.
“En términos de pérdidas financieras, fuimos de cierta forma afortunados en el 2015: los fuertes ciclones tropicales abatieron frecuentemente áreas poco pobladas y casi no provocaron derrumbes”, dijo Peter Hoeppe, jefe de Munich Re, a la agencia AFP. “No obstante, una menor pérdida no es razón para estar complacidos”, advirtió.
La peor catástrofe del año pasado fue el terremoto de 7,8 grados, del 25 de abril, en Nepal. El desastre cobró 8 898 vidas y dejó sin techo a más de 500 000 personas. “Los países en vía de desarrollo son los más afectados por el impacto económico de los desastres, tanto en relación al tamaño de sus economías como de sus poblaciones”, aseguró Margaret Washlstorm, responsable de la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción de Desastres, a EFE.
“Como es común en estos países, en el caso de Nepal, que reportó un total de daños de USD 4,8 billones, las aseguradoras solo cubrieron una pequeña fracción (USD 210 millones)”, añadió Hoeppe.
Para las empresas aseguradoras, el fenómeno natural más caro del 2015 fue la serie de tormentas invernales que impactó al noreste de Estados Unidos y Canadá en febrero. En esta ocasión, las pérdidas aseguradas fueron de USD 2,1 billones de un daño total de USD2,8 billones.
El 94% de catástrofes naturales que ocasionaron pérdidas económicas estuvo relacionado con eventos climáticos. De estos desastres naturales, los más graves fueron las inundaciones y las sequías, en países ricos y pobres, y que ocasionaron el 80% de víctimas, según la ONU.