Algunos prefieren el karate, otros el buceo, muchos practican danza rítmica o salen a correr, a veces se atreven con maratones: la vida después del cáncer se parece cada vez más a una lista de prácticas deportivas, con la bendición del médico.
“Uno, dos, tres, cuatro”: una decena de mujeres de entre 40 a 70 años practican ‘step’, subiendo y bajando una grada al ritmo de la música, supervisadas por una monitora. Lo insólito es que este curso no se desarrolla en un gimnasio, sino en el Instituto Curie de París, de gran reputación por sus tratamientos contra el cáncer de seno.
“La tasa de recaída del cáncer se reduce hasta por la mitad en las personas que practican, tres veces por semana, una actividad o gimnasia dinámica, si está asociada a una buena alimentación”, subrayó Laure Copel, oncóloga en el Instituto Curie de París.
La médica, que motiva a sus expacientes a participar en programas deportivos, destacó que actividades como el ‘step’ y otras gimnasias rítmicas son eficaces “para reducir de manera considerable los riesgos de recaída en el caso de cáncer de seno“.
El deporte aporta “una mejor calidad de vida, con una mayor resistencia a la fatiga y una más alta autoestima”, subrayó la oncóloga.
Las participantes en estos programas son igualmente entusiastas. “Me siento más dinámica. Eso me levanta el ánimo, me da fuerzas”, explicó Frédérique, una contadora de 57 años que sigue desde hace nueve semanas las sesiones de gimnasia en el Instituto Curie, tras una intensa quimioterapia contra el cáncer de seno que la dejó “por los suelos”.
Nuevos estudios demuestran cada vez más los beneficios de la actividad física tras un cáncer, e incluso durante una quimioterapia.
“Antes, cuando los pacientes decían ‘estoy cansado’, les respondíamos que es normal, es resultado de la quimioterapia, debe descansar”, dijo Copel. “Pero ahora les decimos: ‘Descanse, pero siga manteniendo una actividad física”, señaló la especialista.
Notando que esta es una tendencia reciente entre los oncólogos, que antes no solían recomendar el deporte, Copel reconoció que en un principio ella misma había tenido grandes dudas.
En el Instituto Gustave Roussy, un importante centro anticáncer, los médicos proponen desde hace años a los pacientes participar en cursos de karate, ofrecidos por la asociación Cami, fundada por el oncólogo Thierry Bouillet.
Para el oncólogo Jean-Pierre Lotz, el deporte contribuye a fortalecer el aspecto mental de los pacientes o expacientes, ayudándolos a enfrentar la enfermedad y sus efectos colaterales.