Con peluches en la playa, Río denuncia las muertes de niños por balas perdidas
La ONG Rio de Paz denunció la muerte de 31 niños por balas perdidas en los últimos diez años con una protesta pacífica en la playa más emblemática de Río de Janeiro.
Este lunes 23 de enero, con peluches, carteles y una bandera de Brasil agujereada, una organización civil denunció en la playa de Copacabana las muertes de niños por balas perdidas, la última la de Sofía Braga, de dos años, alcanzada por un disparo mientras jugaba en un barrio del norte de Río de Janeiro.
La ONG Rio de Paz denunció la muerte de 31 niños por balas perdidas en los últimos diez años con una protesta pacífica en la playa más emblemática de Río de Janeiro.
Los activistas colocaron muñecos, peluches y 31 carteles, uno en memoria de cada una de las víctimas, sobre la arena de la playa de Copacabana, donde instalaron también una bandera de Brasil con agujeros, representando las balas que acabaron con la vida de los niños.
El presidente de Rio de Paz, Antonio Carlos Costa, se refirió al caso de Sofia, que fue alcanzada por una bala perdida de un tiroteo entre policías y delincuentes cuando jugaba en el parque infantil de un restaurante del barrio de Iraja, en la zona norte de Río, y afirmó que su muerte "no es un caso aislado".
"En los últimos diez años, 31 niños han fallecido por balas perdidas, y en los últimos dos, dieciocho", lamentó el activista, que explicó que la organización eligió Copacabana para su protesta porque "es emblemático, la postal de Río de Janeiro" y "si llamamos a la población no viene. El brasileño solo protesta cuando su interés personal está involucrado".
"La sociedad tiene que manifestarse. Imagina que esto ocurre en Madrid, Amsterdam o Londres, un niño víctima de una bala perdida", se lamentó Costa.
El presidente de Rio Paz reclamó "gobernantes con autonomía" y denunció que "en los últimos años" han sido "gobernados por corruptos".
A su juicio, Río de Janeiro "necesita desesperadamente priorizar la favela, combatir la desigualdad social y revalorizar el trabajo policial, y eso no ocurre".