En 36 barrios de Esmeraldas se enseña danza ancestral afro

El proyecto, que durará siete meses, es liderado por la Casa de la Cultura. Foto:  Cortesía Casa de la Cultura

El proyecto, que durará siete meses, es liderado por la Casa de la Cultura. Foto: Cortesía Casa de la Cultura

El proyecto, que durará siete meses, es liderado por la Casa de la Cultura. Foto: Cortesía Casa de la Cultura

En 36 barrios de la ciudad de Esmeraldas se enseña danza afroesmeraldeña desde hace tres semanas, como parte de un proyecto denominado Ruta de la Marimba, que ejecuta la Casa de la Cultura.

Son 12 instructores de danza y música tradicional, con estudios de antropología y sociología, quienes enseñan a más de
2 300 niños de los sectores bajos y altos de la ciudad.

En una primera fase, se impartirá danza ancestral y percusión. Para septiembre y diciembre del 2018 se espera que los participantes ya hayan aprendido a tocar la marimba.

El objetivo de este proyecto es formar nuevos talentos en danza y percusión, en un lapso de siete meses. En esta iniciativa se invierten USD 20 000.

Los primeros resultados se mostrarán también en septiembre, durante la Feria Nacional del Andarele, que se realizará en la ciudad de Esmeraldas y en la que estarán representantes culturales de otros países de la región.

María Perea -antropóloga e instructora de danza tradicional- enseña a 40 niños que viven en la ciudadela Bendición de Dios, en la vía hacia Atacames, en el sur de la ciudad.

Los repasos en este sector se cumplen a diario, de 16:00 a 19:00. Ahí, los niños bailan descalzos y usan prendas ligeras. Los ensayos se hacen en el área comunal de la ciudadela, donde habitan cerca de 156 familias que vivían hace dos años en la ribera del Esmeraldas y que fueron reubicadas por las inundaciones.

Carlos Sevillano, otro de los instructores de danza, enseña a 50 niños de los barrios La ­Ceiba, La Taguara, San José Obrero y Boca del Lobo, una zona alta de la ciudad; a ellos los entrena en el baile con el sonido del bombo.

Luciana Mediana es madre de dos niñas que practican esta danza. Ella también sabe de este ritmo, pues los pasos los aprendió en su natal Borbón.

En este proyecto de la Casa de la Cultura trabajan dos instructores musicales: Anthony González y Gustavo Gámez. Ambos están encargados de la enseñanza con instrumentos tradicionales, como el bombo, el cununo o el guasá.

González aspira a que se formen nuevos y buenos músicos que puedan acompañar a los bailarines y a las cantoras de arrullos.

En uno de los salones donde funcionó la Unidad Educativa República del Ecuador, 40 niños de entre 5 y 12 años también tratan de aprender danza tradicional afro.

Los practicantes pertenecen a los barrios Bellavista Norte, Nueva Esperanza Norte y Venecia, ubicados en la ribera del Esmeraldas, en el norte de la ciudad.

Juliana Caicedo, de 10 años, atiende concentrada cada uno de los movimientos de baile que le enseñan. Desde hace dos semanas practica los pasos del andarele. “Las dos primeras semanas no han sido fáciles, porque nos tocó practicar sin descanso hasta coger el ritmo de las canciones y aprender la rutina de cada danza”.

Narciso Jaramillo es el encargado de la formación de este grupo de niños y desde hace 20 años trabaja en la enseñanza de la cultura ancestral en Esmeraldas.

“Al igual que hace dos décadas, las familias prestan sus casas cuando faltan espacio públicos para realizar los ensayos con los chicos”, comenta Jaramillo.

El proyecto, que apunta a formar nuevos talentos en la danza y la música afro, también se aplica en el sitio de Nuevo Quinindé, donde dos instructores trabajan con los habitantes de 30 barrios.

El presidente de la Casa de la Cultura Núcleo Esmeraldas, Yurki Minota, asegura que de los resultados de este proceso dependerá el proyecto Ruta de la Marimba, que empezará en Esmeraldas y terminará en el cantón San Lorenzo, a través de un recorrido por las comunidades del Pacífico Norte.

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