Las culturas Kichwa, de Otavalo, e Inga, de Colombia, se enlazan

En la comuna de Peguche, Otavalo, Manai Kowi, Tirsa Chindoy y Gabriela Remache realizaron una exposición colectiva. Foto: Francisco Espinoza/PARA EL COMERCIO

En la comuna de Peguche, Otavalo, Manai Kowi, Tirsa Chindoy y Gabriela Remache realizaron una exposición colectiva. Foto: Francisco Espinoza/PARA EL COMERCIO

En la comuna de Peguche, Otavalo, Manai Kowi, Tirsa Chindoy y Gabriela Remache realizaron una exposición colectiva. Foto: Francisco Espinoza/PARA EL COMERCIO

Manai Kowi esparcía con su mano la tierra sobre el piso para simbolizar un surco. Detrás, Tirsa Chindoy le seguía escenificando la siembra de maíz, mientras Gabriela Remache regaba el agua. Chindoy pertenece al pueblo Inga, de Colombia y Kowi y Remache son kichwas Otavalo.

Con este performance que representa la siembra, las tres pintoras abrieron la exposición Minga Tantanakushun (Reunámonos, en español).

Un total de 16 obras, en la que resaltan la cosmovisión de sus pueblos, se exhibieron en la galería Waylla Café Ar-Té, en la comunidad de Peguche, cantón Otavalo, en Imbabura.
Remache, nacida y criada en Quito, prefiere hacer sus cuadros por grupos, a los que denomina procesos.

En uno de ellos aborda las conexiones que encuentra entre el mundo de sus ancestros y el actual. “Es importante saber cómo el mundo de antes influye en el presente y el futuro”.

La artista domina varias técnicas de grabado y mixta. En una de sus pinturas, que es un autorretrato, experimentó con el uso de harina de maíz, habas, trigo, cera y hebras de hilos.

Estas últimas significan las raíces que tiene con su cultura.
En tanto, Manai Kowi expuso cinco obras inspiradas en las mujeres y niños de Otavalo.

La estudiante de maestría en Estudios Culturales prefiere el óleo. En sus obras sobresalen los tonos pasteles. Kowi también mostró una instalación que personifica la forma en que las mujeres kichwas cargan sobre sus espaldas objetos como el maíz.

Estos elementos estaban acompañados de un audio que reproducía la voz de su abuela. “La memoria colectiva se activa a través de taitas y mamas”.

A Remache y Kowi no solo les une su cultura, sino la pasión por la pintura. Cuando aún eran niñas, comentan, que sintieron atraídas por el dibujo.

Al igual que las otavaleñas, para Tirsa Chindoy, nativa del departamento de Putumayo, la identidad es fundamental, especialmente cuando se habla de pueblos originarios.

En su obra representa esa lucha entre las tradiciones y costumbres de su cultura y lo urbano. “La tierra de uno es una carga y una experiencia vital para sintonizar con lo que se aprende en la academia”.

Pese a que tiene una relación bien fuerte con los colores de su entorno en Putumayo, las cuatro obras que exhibió en Peguche son monocromáticas. La exposición cerró con una comida comunitaria.

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