¿Es posible un estudio serio, investigativo y comparativo de la música popular? Con esa pregunta se abre una extensa entrevista en la que, por cerca de una hora, la musicóloga Ketty Wong explica su trabajo.
El propósito de preguntar aquello es simple. En marzo, la investigadora presentará su reciente investigación ‘La música nacional: Identidad, Mestizaje y Migración en Ecuador’, un estudio de la música popular desde los años 60 hasta el primer lustro del siglo XXI. Durante la conversación, todo lleva hacia un aspecto de su investigación: la etnomusicología como herramienta para comprender al país. Desde la ‘música popular’ se refleja cómo cada grupo imagina al Ecuador.
Según el maestro William Vergara, catedrático de música de la Universidad de Cuenca, la etnomusicología se define como “el estudio de nuestras raíces, etnia, restos musicológicos; música de tradición oral que no está registrada en el país y en ningún documento”. Normalmente se ha entendido la etnomusicología como el estudio de las músicas indígenas. Y fue así en la primera mitad del siglo XX; ya no lo es porque pueden haber estudios etnomusicológicos de música que se comparte en Internet, la música urbana, la que interpreta Lady Gaga.
Al respecto, Wong añade que en el país “si bien en un principio solo se estudiaba a la música étnica, ahora la etnomusicología abarca al pasillo, al rock, al pop, a la tecnocumbia… todo lo que suene en la sociedad”. Esto da la posibilidad de estudiar al Ecuador a través de la música.
Por ejemplo hacer la relación entre dos momentos migratorios que han marcado el quehacer popular cultural: la migración del campo a la ciudad y la migración internacional.
“La migración interna en los años 70 fue propicia para la manifestación de la música ‘rocolera’ y ‘chichera’. En cambio, en los 90, la gente que se fue del país y también la que llegó permitió el surgimiento de la tecnocumbia, música eminentemente peruana”. Wong no es optimista sobre el futuro de esta materia en el Ecuador. “No podemos hablar de un futuro de la etnomusicología en el país porque simplemente no existen los recursos para que la gente se especialice en ese campo”.
Igualmente, el catedrático Carlos Freire señala que “sí han habido aportes, pero aún faltan”. “No hay muchos trabajos desgraciadamente. Desde lo institucional todavía solo la Casa de la Cultura Núcleo del Azuay ha publicado un trabajo en la revista Chakana y el Ministerio de Cultura hizo un trabajo sobre la etnia cañari”.
Y, al igual que los demás académicos, Ximena Peñaherrera, directora de la escuela de musicología de la Universidad de Cuenca, añade que el poco “tiempo y dinero” es lo que imposibilita el desarrollo en esta materia.
Así, el libro de Wong llegará a un país donde la esperanza en el desarrollo de la etnomusicología es, por ahora, solo una expectativa.
Más sobre la materia
El libro de Wong, ‘La música nacional: Identidad, Mestizaje y Migración en Ecuador’, fue ganador del Premio de Musicología Casa de las Américas.
Hay poca gente que se ha dedicado a este campo. Entre los ecuatorianos conocidos en la materia se encuentran Pablo Guerrero y Carlos Freire.
En Ecuador, el gran investigador fue Segundo Luis Moreno, quien fundó el Conservatorio de Cuenca. Él fue el primer etnomusicólogo que recorrió los pueblos, se familiarizó con sus músicas y les dio su importancia.
HOJA DE VIDA
Ketty Wong
Es ecuatoriana y ha realizado estudios de musicología en Rusia y etnomusicología en EE.UU. Es profesora de la Universidad de Kansas (EE.UU.).
Para la investigadora la etnomusicología aún no se ha desarrollado en
el país.