No hay quien niegue la monumentalidad de cementerios como el de Père Lachaise, en París; el de Colón, en La Habana. O de otros más cercanos como el General de Guayaquil con sus esculturas en mármol de Carrara, para adornar mausoleos de ilustres personajes; también el de Tulcán, con arbustos podados en un sinnúmero de figuras. Sí, el arte funerario monumental ha sido visto y revisitado; pero qué ocurre con las expresiones populares.
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Si ante la inmensidad del tiempo, la vida parece tan efímera, también lo es el arte funerario popular. Crucifijos, ángeles, cristos, vírgenes, lápidas están sujetos a los planes de remodelación de los cementerios, al tiempo de renta del espacio por parte de los deudos y a las modificaciones que ellos mismo suelen realizar en las tumbas y nichos. Por otra parte, el afán de estandarización en la administración de ciertos camposantos no permite que los familiares se expresen libremente con sus propias estéticas.
Para preservar esta expresión en la memoria, está el trabajo de Birte Pedersen: la documentación gráfica de estas manifestaciones. Por más de 15 años esta fotógrafa y traductora ha recorrido más de una centena de camposantos del país, desde los ubicados en la urbe hasta aquellos que se pierden en el alto frío del páramo. Su archivo se compone de aproximadamente 3 000 imágenes. Pero como Birte señala, su trabajo no es solo el registro, ella lo comprende como un homenaje a los deudos, a su luto y a su amor.
Ese amor se traduce en imágenes elaboradas, que proponen tanto la relación con el difunto, como la construcción de un imaginario en torno a la muerte. Así, se pueden apreciar lápidas donde se representa el oficio del fallecido; tumbas construidas, literalmente, como última morada; el retrato del muerto incrustado en la laude; la inclusión de íconos comerciales del entretenimiento (un Mickey Mouse, una Hello Kitty…); una variedad en cuanto al trabajo en las cruces y en las rejas de los nichos.
En el 2008, las fotografías de Pedersen fueron recopiladas y publicadas por la Editorial Nerea, de España, en el libro ‘Entrada al cielo. Arte funerario popular de Ecuador’. Además, la revista española Sans Soleil ha publicado un fotoensayo sobre el mismo tema. A continuación una muestra de su trabajo…