La polémica por la intervención del Nobel de Literatura 2010, el peruano Mario Vargas Llosa, como conferenciante principal de la 37ª Feria del Libro de Buenos Aires sigue agitando las aguas entre los hacedores de la cultura argentina.
Muchos escritores consultados por este Diario sostuvieron que el tema irá desapareciendo de las discusiones luego de que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, exhortara al director de la Biblioteca Nacional de Argentina, Horacio González, para que retire su pedido de que la Fundación El Libro, organizadora de la Feria, “reconsidere esta desafortunada invitación que ofende a un gran sector de la política argentina”.González, en un nuevo comunicado, dijo ayer: “Esta mañana he recibido un llamado de la señora Presidenta de la República en el sentido de afirmar la sustancia, la forma y la pertinencia del debate democrático en todos los planos de su significación. En ese sentido me ha pedido, en mi carácter de Director de la Biblioteca Nacional, retirar la carta que anteriormente les he enviado (‘), me hizo conocer su opinión respecto a que esta discusión no puede dejar la más mínima duda de la vocación de libre expresión de ideas políticas en la Feria del Libro (‘) Tal como me lo ha expresado, no es concebible la vida literaria y el compromiso con la ensayística social sin un absoluto respeto por la palabra de los escritores –o de cualquier ciudadano–, cualquiera sea su significación o intención”.
El filósofo Ricardo Forster, de Carta Abierta, una agrupación de intelectuales pro kirchnerista, que tampoco miró con buenos ojos que el peruano sea el número central, dice: “Nos parecía que en la Feria del Libro, que tiene un espíritu democrático, con un discurso de apertura que es decisivo y que marca la impronta política de la Feria, era desafortunada la elección de Vargas Llosa. Nuestro desagrado para con él no es como escritor (a la mayoría de nosotros nos merece un alto aprecio), sino para con su posicionamiento político muy violento hacia la Argentina, no solamente contra el Gobierno, sino a una parte importante del pueblo argentino, a ciertas tradiciones políticas argentinas; con una mirada de país en catástrofe. No nos parecía un personaje adecuado”.
“Nosotros no hemos dicho que no se presente en la Feria del Libro. No estamos prohibiendo que hable. Lo que decimos es que quien debe abrir un acto cultural argentino es un argentino, que sepa qué pasa con el libro en Argentina, de la situación de la literatura en Argentina, de por qué somos un país con tantos desaparecidos en dictadura”, dijo a EL COMERCIO uno de los grandes escritores argentinos, Osvaldo Bayer, autor de obras inmortales como ‘La Patagonia rebelde’.
Sin embargo, para el novelista Martín Kohan “no debería haber problema con que él inaugure la Feria, aun cuando considero que sus opiniones políticas son penosísimas. Pero que sean penosas no indica que no tenga derecho a expresarse en la inauguración de la Feria del Libro. Solamente hará otro papelón político, como lo hace siempre”.
Ni Kohan ni Forster creen que sea necesario cumplir con esa tradición de que sean únicamente escritores argentinos quienes inauguren la Feria. Esta pudiera ser la primera vez que la Feria de Buenos Aires cuente con un premio Nobel.
“Yo no tengo esa sensibilidad argentina que debe ser argentino el que abra una feria argentina. No creo que tenga que ver que sea un peruano. La queja es por el sesgo de su ideología y no por su nacionalidad”, dice Kohan. “Hay una tradición: el discurso de apertura lo da un escritor argentino, reconocido, pero si bien se puede cambiar eso, en este caso, además de ser premio Nobel, se ha expresado en contra de la vida política y cultural de Argentina”, apunta Forster.La intervención de Fernández fue reconocida como acertada por muchos sectores de la intelectualidad porteña. Otro de los grandes nombres de la literatura argentina, Noé Jitrik, dijo a este Diario que si bien “no cierra la polémica, aporta un punto de vista interesante acerca de la intervención del Estado en aspectos de la vida cultural. Se hace cargo de que hay diferencias de criterio y sostiene que hay que respetarlas, sean cuales fueren sus alcances. Hay dos temas: la relación entre literatura y política; la utilización de dicha relación con fines de tipo político y/o utilitario. Me parece que la invitación a Vargas Llosa cumple con los dos, o sea atiende a lo político en un contexto complejo, como convocatoria a determinado tipo de gente y estima que eso generará beneficios para el negocio editorial, no necesariamente para los escritores”.
A Osvaldo Bayer le desagradó el papel de la Presidenta, aunque entendió que era porque se trataba de un funcionario del Estado (González, director de la Biblioteca) y la Feria la organizan privados. “Pero para mí es una especie de censura. No me gustó la actitud de Cristina”.
Lo que ha dicho de Argentina
En una entrevista con Andrés Oppenheimer, el año pasado, el Nobel peruano (quien en estos días se encuentra en México, recibiendo homenajes y preparando dos presentaciones de la obra de teatro ‘Las mil y una noches’) se expresó de la siguiente forma: “Cada vez que miro hacia a Argentina, tengo ganas de llorar.
Es un país que yo admiro mucho, es el país que cuando era joven nos hacía leer, que nos abría las ventanas al mundo de la cultura. Gracias a Argentina sabíamos qué pasaba, cuáles eran las nuevas ideas en Francia, en Italia, en Inglaterra, en Alemania… Era el país de Jorge Luis Borges, de Ernesto Sábato.
Había sido el país de Sarmiento, de (Juan Bautista) Alberdi. ¿Qué ha pasado con Argentina?, ¿qué ha ocurrido? No ha habido ningún acontecimiento cataclísmico. Ha sido solo que políticamente la Argentina ha ido retrocediendo, empobreciéndose, subdesarrollándose por culpa de la demagogia, del populismo, de unas políticas
absolutamente equivocados en el campo económico.
“Afortunadamente Argentina tiene siempre una base social educada y una tradición que desgraciadamente se interrumpió, pero a la que debería volver para ser el país que debería ser hoy: uno de los más desarrollados y uno de los mejores educados en el mundo entero”.