Mencionar el nombre de Fernando Vallejo en su país, Colombia, al que tachó de asesino, mezquino e imbécil cuando renunció a su nacionalidad (aunque poco después inició los trámites para recuperarla), puede resultar espinoso. No parecería menos arriesgado recomendar leer a Vallejo, un ateo militante que ha sido acusado de insultar a la religión, en un país como Ecuador, donde la mayoría de la población es católica. Pero si dejamos de lado por un momento las creencias –las de Vallejo y las propias– y abordamos ‘El desbarrancadero’, su novela más conocida junto con ‘La virgen de los sicarios’, desde una óptica puramente literaria (que es como todo libro de ficción debe ser abordado), las razones por las que esta obra obtuvo el Rómulo Gallegos en 2003 resultan más que evidentes.
‘El desbarrancadero’ cuenta el regreso a Colombia de un narrador protagonista (ateo, homosexual y expatriado en México, al igual que el autor) para acompañar en su agonía a uno de sus hermanos, enfermo de sida. A lo largo del libro, que está cargado de otros elementos autobiográficos, el narrador da muestras de afecto hacia el moribundo y también hacia su padre y su abuela, ya fallecidos, lo que contrasta con el feroz rencor que revela hacia otros miembros de su familia.
Más allá de la honestidad descarnada que se percibe en las páginas de ‘El desbarrancadero’, el mayor mérito de Vallejo ha sido lograr una fluidez que no renuncia al respeto por el lenguaje. Respeto, cabe advertir, que el lector no encontrará en el modo en que el narrador se refiere al Papa, a Dios o a su propia madre.
Si bien algunas expresiones de Vallejo (o de sus personajes) pueden herir más de una susceptibilidad, discrepar con ellas no debería privarnos de leer un libro tan bien escrito como ‘El desbarrancadero’. Después de todo, lo que se diga en una novela no debería incidir en nuestras creencias, y si leyéramos solo a autores cuyas posiciones morales, políticas y religiosas coinciden con las nuestras, nos perderíamos de muchos grandes libros. Por no decir de casi todos.
Hoja de vida
José Hidalgo Pallares ganó el Joaquín Gallegos Lara 2005 con el libro de relatos ‘Historias cercanas’; ha publicado la novela ‘Sábados de fútbol’ (Paradiso).