El Hotel Sebastian alojó a algunos de los participantes extranjeros de la Feria del Libro de Quito. Allí también se hospedó el poeta colombiano Felipe García Quintero, quien concedió unos minutos de charla y compartió tres poemas de su último libro, Siega, antes de continuar con su jornada.
Estaba parado en el lobby y esperaba al poeta mexicano Rodrigo Flores para trabajar sobre el conversatorio en el que participaron juntos la semana pasada, a las tres de la tarde, en el auditorio Adalberto Ortiz de la FIL Quito de este año. El tema fue ‘poesía latinoamericana actual: una visión de la última década’.
Como crítico y también a propósito de su profesión, Felipe ha realizado trabajos en torno al canon de nuestra literatura y a procesos culturales relacionados con fenómenos estéticos. La pluralidad temática, la diversidad de tendencias y los estilos que caracterizan la poesía de América Latina en español fueron algunos de los ejes que trató en su charla.
Más informalmente, en una de las mesas del hotel Sebastian, compartió, además de sus poemas, una opinión acerca de la Feria del libro de Quito este año: ‘Noto en la feria un interés por alternar figuras conocidas con quienes no tenemos una imagen mediática tan amplia, pero que sin embargo tenemos méritos respecto al trabajo que desempeñamos y a nuestra trayectoria literaria’.
Entre otras cosas, habló sobre ‘la disolución de las formas tradicionales con las cuales se identifica lo poético’ y las repercusiones de esa disolución en otros ámbitos de la cultura. Pero sin duda, lo más grato fueron los poemas Res, Cabra y Ella que compartimos con el lector en esta entrega.
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