Son 46 jóvenes, de entre 12 y 20 años, que comparten una pasión: la música, a más de la dedicación a sus actividades escolares. Ese sentimiento les lleva a ensayar, tres veces por semana, martes, viernes y sábado, durante dos horas y media.
Todos son parte de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Guayaquil. La práctica del viernes pasado fue especial. Lo fue porque estuvieron a menos de 24 horas de iniciar el nuevo año musical con una presentación en el Auditorio del Museo Municipal, en el centro de la ciudad. El repertorio ya estaba escogido: Sinfonía 48, de Joseph Haydn, y el Concertone para dos violines y orquesta, de W. A. Mozart. Los pasillos Reír llorando y Antología también fueron parte de la selección musical.
En la sede de la Orquesta, en el norte de la ciudad, Ecuador Pillajo, director artístico de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Guayaquil, daba las instrucciones a cada integrante. “No salgas antes. Espera que termine el sonido para que empieces”, fueron las instrucciones que recibió Sahai Bermúdez, encargadada del oboe. Con un movimiento de su cabeza dio su “comprendido”, mientras acercaba, un poco más, el atril con la partitura de Antología.
Pillajo dice que las expectativas son grandes y que el concierto del sábado solo es el inicio. Las vacantes se cubrieron. Paralelamente, las clases de teoría, instrumentos, talleres (partes de orquesta) y ensayos de orquesta continúan según lo programado.